El Pacto Cocalero-Militar

IMPRUDENCIO El viceministro de defensa, general Luis Prudencio, acaba de proponer el avasallamiento de los territorios indígenas y áreas protegidas “que frenan el desarrollo”, en consonancia con la intención del gobierno de partir el TIPNIS para facilitar la incursión de cocaleros.

¿Síntoma de un Pacto Cocalero-Militar, en algún modo similar al Pacto Militar-Campesino que rigió en otras épocas y que también sirvió de sustento político a experiencias autoritarias?

“Camaradas: nuestro progreso es al norte, tenemos que marchar al norte”, dijo Prudencio durante el acto dedicado al aniversario del Regimiento Abaroa, refiriéndose a la construcción del polémico tramo II de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos.



“Tenemos que romper primero la cordillera que nos tranca, la cordillera oriental y algunos terrenos reservados que existen por ahí con nombres muy especiales que no dejan que nosotros progresemos”, afirmó el viceministro, quien sostuvo la necesidad de sobrepoblar las regiones del oriente boliviano e instruyó a los uniformados a apoyar el proyecto carretero del TIPNIS.

Se trata del mismo viceministro que un par de años atrás sostuvo que “Nunca habrá coca cero”.

Si en el pasado existió un Pacto Militar-Campesino que fungió como base para regímenes castrenses, ¿estaremos ahora ante un acuerdo que vincula a un sector del Alto Mando con los intereses de la geopolítica cocalera?

¿La historia vuelve a repetirse de manera tragicómica?

¿Estamos a las puertas de un régimen burocrático-cocalero-militar?

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