Un estudio muestra que este sector poblacional asume la conducción del hogar por diferentes razones.
VIAJE. Un policía argentino permanece al lado de una migrante boliviana y su hijo en la frontera – Redaccion central La Prensa
Más del 70 por ciento de los 2,5 millones de bolivianos residentes en el extranjero son mujeres que trabajan y estudian. Esta circunstancia no sólo representa la desarticulación de miles de familias, también desvela la explotación laboral. La Coordinadora de la Mujer en Bolivia impulsó una investigación que presenta resultados sobre la realidad laboral, económica y profesional desde una perspectiva de género.
La investigación. Ivana Fernández, responsable del área de investigación sobre migración femenina, aseguró que de 1,75 millones de mujeres inmigrantes, el 17 por ciento cuenta con estudios en educación superior. El 59 por ciento acabó la formación secundaria y el 23 por ciento sólo cursó el nivel primario. La emigración constante nace de los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, seguidos por Oruro, Sucre y Potosí.
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Sobre la migración femenina, la secretaria ejecutiva de la institución, Katia Uriona, destacó que la mayoría de las mujeres opta por la migración porque “asumen jefaturas de hogar, buscan mejores condiciones de acceso a un empleo y condiciones de mejoramiento económico. Ellas envían un porcentaje altísimo de remesas que sostienen una parte importante de la economía de todo el país”.
Otros datos señalan que las remesas para Bolivia representan el 10 por ciento del Producto Interno Bruto y que las mujeres migrantes envían hasta un 80 por ciento de sus salarios; mientras que los hombres sólo envían el 14 por ciento de sus ingresos mensuales. La investigación señala que las migrantes prefieren salir solas del país y dejan a sus hijos al cuidado de familiares.
Las personas de sexo femenino comprendidas entre los 18 y 40 años escogen Argentina y España como sus destinos preferidos.
SIN DOCUMENTACIÓN. Gran parte de la población de mujeres migrantes tiene carácter ilegal, por tanto, las integrantes de este grupo están expuestas a condiciones de trabajo informal y precario, también a percibir bajos salarios, a la inseguridad social y condicionadas por el temor a ser deportadas.
Uriona resaltó que a menudo son obligadas a trabajar hasta 12 horas al día.
El 31 por ciento de los hogares está liderado por una figura femenina, ya sea la madre, tía, abuela e incluso, en muchos casos, la hermana mayor. En el contexto latinoamericano, este fenómeno se presenta en el 22,7 por ciento de las familias. En un año, la población migrante boliviana envió desde España 869 millones de dólares.
31 por ciento de las mujeres en Bolivia dirige su hogar. En Latinoamérica el porcentaje supera el 22 por ciento.
La investigadora marcela tapia, en otro estudio realizado en españa para la universidad de chile, detalló que El caso de las bolivianas en Madrid ilustra cómo las identidades de género se articulan en el contexto migratorio.
La Prensa – 30/10/2011