Ismael Schabib Montero*
Ya sea porque en el Oriente boliviano, o la Bolivia de las tierras bajas, el MAS perdió las elecciones generales del 2005 y 2009, o porque el modelo económico productivo cruceño está en contra mano con el modelo socialista perdedor que propugna el MAS, o porque los “cambas” no son aimaras o por lo que sea, lo cierto es que este gobierno ve en esa región, no a sus adversarios políticos sino a sus enemigos.
El gobierno dominado por cubanos, venezolanos y otros extranjeros aplica una estrategia de sobrevivencia, donde desprestigiar al “camba” es un punto importante, acusándolo de racista, terrorista, “oligarca”, divisionista, etc. Sin embargo en esta nota no se pretende negar que existen personas que creen que las tierras bajas de Bolivia podían ser un país independiente teniendo como base el territorio que habitan, fortalecidos por su homogeneidad poblacional sin ningún o muy poco atavismo, pero son los menos, así como en el occidente existen algunos, que quieren hacer revivir el Tahuantinsuyo, y otros que encuentran como buena la propuesta de hacer una confederación entre Bolivia, Ecuador y Perú en base al hombre Quechua. El autor de esta nota no está de acuerdo con ninguna de esas ideas, por cuanto los bolivianos, somos un invento de nosotros mismos y nadie más, donde la raza y el racismo son un factor disociador, sólo existe la raza humana. Los que crearon Bolivia no querían depender del centralismo de Lima ni de Buenos aires, quisieron ser país a partir de ellos mismos, ahí vamos.
Sin embargo estamos siendo gobernados por hipócritas que dicen amar a Bolivia pero nos han impuesto mediante el engaño y la mentira una bandera a cuadros que la parangonan con nuestra hermosa tricolor. Dicen que no son racistas, se han inventado una ley contra el racismo, pero los indígenas de las tierras bajas del oriente boliviano, no han podido entrar al hall del palacio de gobierno luego de su marcha, ya que ese lugar está “predestinado” para las ceremonias, comilonas, y otras cosas parecidas de los pluricocaleros. Son tan racistas que no lo pueden disimular, lo llevan en lo más profundo de su ser, al menor descuido se muestran como son, ni sus amos extranjeros lo pueden evitar.
Pero la resistencia a este gobierno, atrincherada en las tierras bajas, está mostrando su calidad de bolivianos auténticos, porque han liderado en los últimos veinte años una revolución silenciosa en base a ideas que fueron resistidas por los conservadores pero, hoy son realidades, como las regalías, la elección de alcaldes, de gobernadores, las autonomías departamentales, la diversificación económica del país, eso, en lo objetivo, en lo simbólico, como una expresión natural de lo que se siente, que sale de adentro, en las poblaciones orientales y remarcado por los marchistas del TIPNIS, se expresan como bolivianos y sólo como bolivianos, con las banderas que se lucieron en la marcha incluida la bandera patujú, que se la ha elegido como símbolo, porque lleva los colores rojo, amarillo y verde y no existe otra razón.
El camba no necesita fingir que es boliviano, sus reclamos al gobierno central siempre estuvieron inspirados en el deseo de vivir mejor, cuando sufría un siglo de “olvido” y cuando se puso a prueba su amor por Bolivia allí estuvo para protegerla, como ocurre en el presente, con esta resistencia heroica y patriótica contra los pluricocaleros, los cubanos castristas y los venezolanos chavistas, enemigos de la democracia y la libertad, admiradores de dictaduras como las de Irán, Siria, y el fallecido Muhamad Gadafi.
Pensando en el futuro inmediato y mediato, es hora de que quienes somos y nos sentimos bolivianos, con la misma convicción y grandeza que salieron los paceños a las calles a demostrar su reconocimiento y solidaridad con los marchistas del TIPNIS, debemos quitar el estigma de divisionistas, terroristas, y “oligarcas”, a los “cambas”, por un interés nacional, mediante el uso masivo de los medios de comunicación. Las próximas batallas democráticas que se tengan que librar en el seno de nuestra patria contra los pluricocaleros y sus amos extranjeros, nos tiene que encontrar unidos y fortalecidos.
*Vicealmirante de la República de Bolivia