Acuerdo con EEUU: un giro pragmático de Evo; Gobiernos deberán partir casi de cero en áreas clave

Observan que la coyuntura económica forzó el rencuentro. La lucha antinarcóticos no se parecerá en nada a los días de la DEA, los comerciantes deberán explorar mercados y la cooperación será más controlada.

imageDiplomacia. La embajada de EEUU en La Paz quedó al mando del encargado de negocios por más de dos años

Acuerdo con EEUU es percibido como un giro pragmático de Evo

Relaciones. Observan que la coyuntura económica forzó el rencuentro



El Deber

Era cuestión de tiempo. Retomar relaciones diplomáticas con EEUU, desde la óptica de algunas autoridades y analistas, era un paso inevitable que el Gobierno boliviano iba a tomar tarde o temprano. La agenda económica, el contexto político externo e interno y el desarrollo del narcotráfico en el país, según este análisis, obligaron al presidente Evo Morales a asumir una postura más pragmática y menos ideológica.

Así lo considera, por ejemplo, Gary Rodríguez, economista y gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), que pondera que el país pueda recuperar el mayor mercado para sus exportaciones de textiles y manufacturas de cuero.

“Perdimos de exportar $us 50 millones cada año, desde 2009 al presente, por el cierre del mercado estadounidense”, asegura Rodríguez.

El economista observa un recambio ‘razonable’ en la postura gubernamental sobre este tema y cree que esto se debe a que 2012 será un año con una difícil coyuntura económica para el país, que empieza con el lastre de un déficit fiscal del 1% y con el debate sobre el levantamiento de la subvención de combustibles.

El canciller David Choquehuanca ha negado que existan presiones y, por el contrario, ha dicho que el acuerdo es una iniciativa en el marco del respeto mutuo entre naciones.

En septiembre de 2008, el presidente Morales expulsó al embajador de EEUU Phillip Goldberg. El Gobierno de EEUU hizo lo propio con el embajador boliviano David Guzmán. Desde entonces hubo varios intentos por retomar relaciones, sin éxito.

Otro tema clave, sostiene el exministro de Gobierno Saúl Lara, es la lucha contra el narcotráfico, que según él se ha relajado desde la expulsión de la DEA. “Se produce ahora el doble de cocaína al año de la que se producía en 2004 y esto ha hecho que Brasil presione a Bolivia por el acercamiento”, afirma Lara, que pone como referencia los condicionamientos del Estado brasileño para la cooperación con el país en la lucha antidrogas.

El senador del MAS Eugenio Rojas opina el acuerdo como necesario en la medida en que ayuda al crecimiento de las exportaciones bolivianas y a la lucha contra el narcotráfico “que se debe coordinar” con la potencia.

Mientras que el excanciller Armando Loayza reafirma la noción de que la ‘realidad’ obligó al Gobierno a dejar de lado el discurso ideológico y ser práctico en política.

Cronología

– Embajadas. En septiembre de 2008, el Gobierno declaró persona no grata al embajador de EEUU, Phillip Goldberg, a quien pidió salir del país tras acusarlo de alentar la ola de protestas desatada por opositores. Un día después, el Gobierno de EEUU aplicó la reciprocidad diplomática.

– DEA. En noviembre de 2008 el presidente Evo Morales echó a la DEA, acusada de conspirar con los opositores.

– Indígenas. El presidente Morales acusó a la embajada de EEUU de apoyar a la marcha por el Tipnis.

  Del convenio  

– Principios. Respeto a la igualdad soberana y a la integridad territorial de los estados. El deber de abstenerse de intervenir en asuntos internos del otro Estado. El derecho de cada Estado de elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social. Respeto universal y observancia de los derechos humanos y libertades fundamentales. Promoción de solución de controversias por medios pacíficos.

– Alcance. Fortalecer y profundizar las relaciones bilaterales. Promover y mejorar el desarrollo humano, económico, social y cultural. Apoyar acciones de cooperación eficaces contra la producción y tráfico de sustancias narcóticas ilícitas en el marco de la responsabilidad compartida de las partes para tales acciones. Ampliar la cooperación en la aplicación de la ley, incluyendo la extradición, asistencia legal mutua, la aplicación de las normas contra la falsificación y la piratería de la propiedad intelectual, así como la cooperación en la recuperación del patrimonio cultural y en la lucha contra el lavado de dinero y la corrupción.

– Narcotráfico. Las partes acuerdan trabajar conjuntamente en la lucha contra la producción y el tráfico de narcóticos ilícitos para prevenir, combatir y reducir eficaz y mesurablemente, la producción, el tráfico y consumo de drogas ilícitas. Las partes perseguirán el objetivo de ampliar su relación de cooperación antinarcóticos, enfocándose no solo en la provisión de asistencia, sino también en la construcción de una relación de cooperación.

– Comercio. Explorar caminos para ampliar y diversificar el comercio en las áreas priorizadas por las partes con el fin de promover el crecimiento y fomentar las condiciones donde los más pobres puedan cosechar los beneficios del desarrollo y del comercio internacional. Identificar medidas para alentar el comercio en bienes y servicios.

Bolivia y EEUU deberán partir casi de cero en tres áreas clave

El panorama tras la normalización de las relaciones diplomáticas.

ESTADO. La lucha antinarcóticos no se parecerá en nada a los días de la DEA, los comerciantes deberán explorar mercados y la cooperación será más controlada.

Página Siete / La Paz

Tres años, dos meses y dos días pasaron desde el mensaje presidencial de Evo Morales en el que declaraba al entonces embajador estadounidense Philip Goldberg como “persona no grata”, acusándolo de alentar la conspiración opositora. Aquel episodio significó mucho más que la salida de un diplomático del país.

Tras muchos desencuentros e intentos infructuosos, finalmente la semana pasada el canciller David Choquehuanca anunció la firma del acuerdo marco que da pie a la normalización de las relaciones. El documento aborda en diez puntos “áreas de importancia crítica para la colaboración futura entre ambos países”, dijo la autoridad.

Y lo ratificó William Ostick, portavoz del Departamento de Estado de EEUU, para quien el trato “permitirá reactivar la cooperación”.

No obstante, según autoridades, legisladores, analistas y empresarios, este nuevo escenario significa también que Bolivia y EEUU deben reconstruir casi desde cero la relación bilateral en tres áreas clave: la cooperación, la lucha antidroga y el comercio.

Comercio

Para el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, la firma del acuerdo bilateral supone que el Estado deberá volver a aprovechar las vías diplomáticas para abrir los mercados estadounidenses a las exportaciones bolivianas.

A pesar de los esfuerzos gubernamentales para frenar la caída en la salida de mercancías nacionales hacia Estados Unidos, la ruptura de las relaciones supuso una interrupción del fomento a las exportaciones.

“La normalización de las relaciones es la gran oportunidad para que se rearticule la relación comercial con posibilidades de inversión y comercio para Bolivia. Existen mercados pero la falta de políticas internas hizo que éstos no se consoliden. Ahora se deben incentivar”, señaló Rodríguez a Página Siete.

En la misma línea, Osvaldo Barriga, gerente general de la Cámara de Exportadores (CADEX), pidió la pronta restitución de embajadores para reconstruir la relación comercial.

“El acuerdo permite incrementar los negocios en los productos no afectados por el ATPDEA. Esperemos que el futuro representante boliviano recupere las preferencias arancelarias y trabaje en la apertura de mercados”.

En más de una oportunidad Evo Morales señaló que la instrucción principal que tienen los diplomáticos nacionales es la de abrir espacios para productos bolivianos y hacer negocios.

Cooperación internacional

El canciller Choquehuanca manifestó que la cooperación internacional entre ambos países pasará a una nueva etapa de definición entre estados.

La nueva característica será que las administraciones gubernamentales definirán las áreas geográficas de cooperación y las agencias autorizadas a ejecutar proyectos.

A pesar de que el Gobierno realizó seis anuncios de expulsión de la principal entidad de cooperación estadounidense, Usaid, el acuerdo marco no dispone la salida de ella. La agencia podrá seguir operando en el país, pero bajo nuevas reglas.

Lucha antidroga

Julio Salazar, senador del MAS y dirigente cocalero, manifestó a este medio que el convenio firmado enterrará los días en los que la DEA operaba políticamente en el país. “Estados Unidos sometía a Bolivia y al continente con la lucha antidroga”.

Para el parlamentario oficialista Adolfo Mendoza, la rúbrica del acuerdo representa una muestra de que la política antinarcóticos estadounidense fracasó en toda la región.

El documento de relacionamiento bilateral entierra la posibilidad del retorno de la DEA al país y dispone que la lucha antidroga será coordinada bilateralmente y con la cooperación de organismos internacionales.

Los detalles del acuerdo marco

Cooperación internacional Existirá mayor control del Estado boliviano a los programas de cooperación y desarrollo que ejecuten entidades estadounidenses en el país.

Territorio Los gobiernos de ambos países definirán las áreas geográficas en las que se desarrollarán programas de cooperación.

Lucha antidroga Bolivia y Estados Unidos definirán de manera conjunta las políticas antidroga que se efectuarán en el país.

La DEA Finalmente el acuerdo marco no viabilizó el retorno de la agencia antinarcóticos DEA al país. El Gobierno boliviano vetó esta posibilidad.

La NAS La otra agencia estadounidense, que nunca abandonó el país, seguirá operando en el país pero bajo nuevas reglas. Entre ellas el compromiso del respeto a los derechos humanos en todas las actividades que realice.

La coca Bolivia asumió el compromiso de erradicar voluntariamente toda la coca excedentaria que existe en suelo nacional. Se incrementará el control al sistema de un cato de coca por cada familia.

Comisiones Existirá una gran comisión mixta que se reunirá cada dos años para evaluar el estado de la relación bilateral. Otras comisiones trabajarán en áreas específicas.

“Es la gran oportunidad para que se rearticule la relación comercial con posibilidades de inversión”.

Gary Rodríguez, IBCE