El Banco de Canadá comenzó esta semana a circular billetes de polímero de 100 dólares canadienses como parte de un esfuerzo para combatir las falsificaciones y reducir los costos. ¿Pero por qué son pocos los países que utilizan billetes de plástico?
A primera vista, tienen muchas ventajas: duran mucho tiempo y no se ensucian tan rápido, una ventaja clave en países de clima caliente y bolsillos sudorosos.
«El clima tropical es un ambiente desafiante para los billetes, especialmente por la humedad y las temperaturas altas», dice el investigador de polímeros Stane Straus.
«Esto causa que los billetes de papel absorban la humedad y se ensucien y se gasten rápidamente. Los de polímero, en cambio, no absorben la humedad».
«Uno podría decir que los billetes de polímero les ganan a los de papel en términos de limpieza y durabilidad en todos los climas, pero esta ventaja particular se hace más evidente en climas tropicales».
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Cuando Canadá tomó la decisión de pasarse al plástico, tomó en cuenta la seguridad, el costo y el medio ambiente.
Entre 2001 y 2004, las falsificaciones llegaron a su punto más alto, un problema que se le achacó a las denominaciones de 10 dólares y 5 dólares que fueron impresas en 2001 y 2002 y cuyos elementos de seguridad no fueron considerados adecuados.
En ese punto, la tecnología de polímero introducida por primera vez en Australia en 1988 ya estaba bien establecida y las medidas de seguridad -como las ventanas transparentes y las marcas de agua microimpresas- parecían ser una solución al problema.
Canadá ahora dice tener el billete más avanzado del mundo, que incluye un holograma dentro de la ventana transparente. También muestra un círculo de números que concuerda con el valor de la denominación cuando se apunta el billete a la luz.
Un billete de polímero de 50 dólares se imprimirá en marzo y uno de 20 dólares, a finales de 2012. En 2013 se sumarán las denominaciones de 10 y 5 dólares, con las que toda la moneda canadiense quedará fabricada en ese material.
Reciclaje
Según la analista jefe del Banco de Canadá Julie Girard, los nuevos billetes también durarán 2.5 veces más que los de papel. Esto hará que la vida útil de un billete de 20 dólares -el que más circula en Canadá- sea de al menos siete años.
Esto reducirá los costos de producción porque se tendrán que producir menos billetes y, además, el plástico es reciclable.
«Es posible que alguien termine sentándose en una silla cuyas partes están hechas de dinero», dice Girard.
Stane Straus también se refiere a las ventajas del polímero desde un punto de vista ambiental, comparado con los tradicionales billetes de «papel».
En realidad, muchos de estos están hechos de algodón -los billetes de Estados Unidos tienen 75% de algodón- y Straus señala que para producirlos son necesarias grandes cantidades de agua y pesticidas.
Entonces, ¿por qué otros países no se benefician de esta tecnología?
Hoy, 23 países utilizan billetes de polímero, pero sólo seis han decidido producir todas sus denominaciones en plástico.
Tom Hockenhull, curador de la exposición de dinero moderno en el British Museum, dice que una razón es que la brecha de seguridad entre los billetes de papel y de plástico se está cerrando.
Señala que ahora es posible hacer «billetes híbridos», es decir, billetes de papel con una ventana transparente de polímero.
«El papel es mucho más seguro que antes y el nuevo billete de 50 libras esterlinas, por ejemplo, tiene características que son extremadamente difíciles de falsificar», añade.
Mientras tanto, los falsificadores están logrando avances con el polímero.
«El polímero es muy difícil de falsificar, pero igual hay gente que lo ha intentado. De vez en cuando aparecen buenas imitaciones», dice Hockenhull.
Los riesgos
El curador señala algunas desventajas de los billetes de polímero.
Son más difíciles de doblar, y más resbalosos, lo que genera que sean más difíciles de contar a mano. Algunos países menos desarrollados pueden no tener la tecnología para reciclarlos y si se queman son contaminantes.
Además, los billetes de polímero son más costosos de producir a corto plazo, que es un inconveniente para los países en vías de desarrollo. Las ganancias de su durabilidad extra sólo llegan con el tiempo.
Otro factor es el conservadurismo de los bancos centrales.
«Los bancos centrales son instituciones conservadoras», dice Straus. «Las personas que toman la decisión de pasarse al polímero -parcial o completamente- toman riesgos personales.
«Muchos bancos centrales simplemente están esperando hasta que otros se conviertan y luego ellos seguirán».
Fuente: bbc