Directora del Archivo Nacional recibe apoyo de intelectuales ante represalias políticas

biblioteca Diferentes personalidades de la cultura boliviana pusieron de manifiesto su protesta este viernes ante las presiones de las cuales estaría siendo víctima la directora del Archivo Nacional, Marcela Inch, por parte de la Fundación del Banco Central de Bolivia (FBCB), presuntamente instigadas desde altas esferas de Gobierno.

Estaría siendo presionada para que presente su renuncia a la institución, debido a que su hijo, Horacio Poppe Inch, candidato a Alcalde de Sucre, se habría convertido en un serio contrincante para el oficialista Movimiento Al Socialismo.

Esas represalias desataron críticas en todo el país y una de ellas es de la cruceña Paula Peña, para quien la salida forzada de Marcela Inch podría significar “la destrucción de la memoria histórica de Bolivia”, si se sustituye a profesionales por funcionarios políticos.



“Inch representa el profesionalismo y ha hecho un gran trabajo al frente del Archivo Nacional, tanto en digitalización de documentos históricos como en normas de seguridad para su conservación”, señaló Peña.

La historiadora indicó que “hasta ahora, los investigadores han tenido libertad para acceder a la documentación sin restricciones ideológicas, algo que podría cambiar si se desplaza a la Directora”.

“La Fundación del Banco Central de Bolivia no debería estar integrada por funcionarios políticos, sino por personalidades reconocidas de la cultura”, sostuvo.

La FBCB está integrada, entre otros, por Néstor Taboada Terán, autor del libro “Tierra mártir: del socialismo de David Toro al socialismo de Evo Morales”, y por Oscar Vega, miembro del grupo Comuna.

Por su parte, el escritor y diplomático Marcelo Ostria Trigo, ex embajador de Bolivia en la Organización de Estados Americanos (OEA), destacó el prestigio del que goza el Archivo Nacional por la dedicación de sus directores, “en especial del ya fallecido Gunnar Mendoza Losa y ahora su directora la señora Marcela Inch Calvimonte”.

Ostria recordó que la institución tiene vinculaciones de la mayor importancia en el exterior y recibe valiosa cooperación internacional y advirtió que “cualquier intento para copar políticamente, por intereses sectarios, este repositorio de la historia y la cultura boliviana, constituiría un atentado contra el acervo nacional”.

“Una interferencia política en la administración del Archivo Nacional constituiría una prueba de que se privilegia el abuso frente a la cultura, lo que ocasionaría descrédito internacional y podría perjudicar planes de cooperación en curso”, alertó.

ANF