De la política del “Yo no fui” a la del “No tengo nada que ver”.
Así puede resumirse la evolución de las posturas gubernamentales: del lavado de manos pilatesco tras la brutal represión anti-indígena en Yucumo a la nueva modalidad de evasión de las responsabilidades de Estado.
Sucede que el presidente Morales acaba de declararse incompetente para resolver los problemas limítrofes que aquejan a varios departamentos y municipios, alegando que el asunto es atribución de las gobernaciones y alcaldías.
La posición presidencial no resiste el menor análisis jurídico, toda vez que la Constitución establece en su artículo 297 que la “política general sobre tierras y territorio” es competencia privativa del nivel central del Estado, mientras que la “elaboración y aprobación de planos y mapas cartográficos oficiales” y las “políticas de planificación territorial y ordenamiento territorial” son competencias exclusivas del gobierno central.
Asimismo, el artículo 158 de la CPE indica que entre las atribuciones de la Asamblea Legislativa Plurinacional está la de “aprobar la creación de nuevas unidades territoriales y establecer sus límites”.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Si el análisis jurídico es concluyente, el político lo es más. Lo cierto es que el gobierno de Evo Morales apostó a dividir para imperar, fórmula que, a la larga, parece estar volviéndose en su contra…
Tiembla el TIPNIS
Un temblor de 6,7 en la escala de Richter sacudió al noreste de Bolivia, estremeciendo a las ciudades de La Paz y Cochabamba.
Lo curioso del tema es que el epicentro del terremoto estuvo en San Ignacio de Moxos, sobre la cabecera norte del TIPNIS, lo que ha producido abundantes comentarios en las redes sociales.
Habrá que recordar que el ministro de información, Iván Canelas, atribuyó el sismo de Japón “al capitalismo”. ¿Qué dirá ahora del temblor en el TIPNIS?