Liberty y Peace, dos pavos de 19 semanas, seguirán creciendo libres en un parque en Virginia en lugar de acabar en la mesa de alguna familia en Acción de Gracias. Tienen el honor de haber sido «perdonados» oficialmente por el presidente de EEUU. Acompañado por sus hijas, Barack Obama salvó ante las cámaras a Liberty (Peace se había quedado rezagado dentro de la Casa Blanca). «Te doy mi perdón», dijo el presidente de EEUU mientras hacía un gesto de una especie de bendición y reía. Bromeó con que ésa era la única orden ejecutiva que podía aprobar sin consultar con el dividido y bloqueado Congreso y con que los pavos habían sido educados para aguantar ruedas de prensa en las que «puedes hablar y hablar sin decir nada». En víspera de Acción de Gracias, Obama cumplió con el rito presidencial inventado por George Bush padre y salvó a dos pavos elegidos por una asociación de granjeros de Minnesota. El último invento es que sean escolares quienes cuiden de los pavos y los bauticen. Así los nombres fueron elegidos esta vez entre un centenar de propuestas de un colegio de Minneapolis que, según la Casa Blanca, «aprendieron este año la importancia de la agricultura para el suministro mundial y las economías locales». Los pavos viajarán ahora a su nuevo hogar, la finca en Virginia donde George Washington se jubiló. Aunque hay testimonios de que Abraham Lincoln perdonó a algún pavo a petición de su hijo y John F. Kennedy también salvó a uno, la tradición la instauró oficialmente George H. W. Bush, que dio el primer «perdón presidencial» de este tipo el 14 de noviembre de 1989. Hasta entonces, la tradición desde Ulysses Grant en 1873 era que los ciudadanos o las asociaciones de granjeros ofrecieran pavos a sus presidentes. Harry S. Truman incluso pidió un animal lo suficientemente grande para alimentar a 25 familiares muy hambrientos.
Fuente: CNN
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