Resurge el conflicto del TIPNIS; los que apoyan la vía son más y se organizan

El Gobierno mantiene el tema en agenda y sus movimientos sociales se alistan.

¿Habrá “contraataque” oficialista después del “triunfo” de la marcha indígena? Todo apunta a que sí, dado que los sectores sociales que reclaman la carretera iniciarán movilizaciones y los originarios del TIPNIS están debilitados.

image El presidente Evo Morales visitó el TIPNIS y recibió a corregidores de la región en el Palacio de Gobierno. El Ejecutivo revocó todas las licencias de turismo y explotación de madera, mientras Juan Ramón Quintana organizó viajes de periodistas y denunció que la DEA protegió al narcotráfico en la zona.



Los campesinos que al principio apoyaban firmemente la intangibilidad del parque -que significa resignar para siempre la construcción de una carretera-, ahora plantean una modificación de la ley corta de protección.

Junto a los colonizadores y las bartolinas apoyarán la vía Villa Tunari-San Ignacio de Moxos en la cumbre social de la próxima semana en Cochabamba y en una masiva movilización anunciada para diciembre.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Todo indica que se viene una segunda parte en el conflicto por el TIPNIS y que esta vez el resultado puede ser distinto, debido a que las organizaciones pro gubernamentales que quieren carretera son notoriamente más numerosas e influyentes que los originarios de tierras bajas.

Así lo reconocen analistas y los mismos indígenas que protagonizaron la marcha que hace algunas semanas logró -con un gran apoyo popular- la aparente cancelación del proyecto vial.

El analista político Ricardo Paz sostiene que “el conflicto por el TIPNIS se ha instalado de nuevo. De hecho, aparentemente, recién empieza. Sin embargo, no hay que olvidar que ya hubo una manifestación ciudadana de rechazo al proyecto carretero y de respaldo a la marcha indígena y ése es un importante veredicto del pueblo”.

El giro y las señalesEl presidente Evo Morales dijo hace dos semanas que el proyecto carretero “era historia”; sin embargo, apenas unos días después invitó a la población beniana a “reclamar” su integración con Cochabamba.

La misma actitud tuvo el vicepresidente Álvaro García Linera, que hace pocos días dijo que la carretera depende de la “voluntad” de los departamentos involucrados, pese a que hasta hace poco también era un férreo defensor de la intangibilidad.

Pero, ¿por qué el oficialismo no se rinde? Paz se anima a aventurar que debe haber algo muy importante detrás del proyecto, algo que todavía nadie conoce.

“Es incomprensible. El empecinamiento del Jefe de Estado no se entiende a partir de los elementos que tenemos a mano para analizar. Hay algo que no conocemos y que condiciona al Presidente para que se construya esa carretera a como dé lugar”, sentenció.

Apenas un par de semanas después de que los marchistas de tierras bajas abandonaran La Paz triunfantes, el Ejecutivo comenzó a hacer públicos algunos hechos que no se revelaron antes.

Se dio a conocer -por ejemplo- que en el TIPNIS hay concesiones para centros exclusivos de turismo, tráfico indiscriminado de madera, comercio ilegal de lagartos y presencia del narcotráfico internacional.

“Es un plan para hacernos quedar mal ante la opinión pública y reiniciar su proyecto de la carretera”, dijo a Ideas el presidente de la Subcentral del TIPNIS, Fernando Vargas.

El dirigente que encabezó la caminata que partió de Trinidad el 15 de agosto y llegó a La Paz -con represión policial de por medio- el 19 de octubre manifestó que el Ejecutivo jamás se rindió en su objetivo de impulsar el plan vial.

En una reciente conferencia de prensa, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, no quiso ratificar si se volverá a la carga con el camino por el TIPNIS y reiteró los alcances de la Ley de Intangibilidad en el parque nacional. Sin embargo, dijo que en las negociaciones que derivaron en la ley corta se podría haber realizado un “análisis más cuidadoso”.

Las observaciones de Romero a la norma no son las únicas que surgen desde el oficialismo. El senador del Movimiento Al Socialismo Adolfo Mendoza manifestó sus reparos al principio de intangibilidad del Isiboro Sécure y señaló que, aun a estas alturas, la realización de la consulta previa es la mejor alternativa.

“La intangibilidad es un elemento que no se puede reglamentar. Esperemos que los alcances de este tema sean definidos mediante la consulta previa, libre e informada, eso es lo que corresponde hacer para que los titulares del territorio den su palabra”, explicó.

La correlación de fuerzas

El dirigente de la Confederación de Indígenas del Oriente de Bolivia Lazaro Tacoo, uno de los técnicos en la negociación sobre la intangibilidad, reconoció que la reposición del conflicto supondría un cambio en el tablero.

“Sería más difícil”, admitió en una entrevista con Página Siete, a tiempo de advertir que el panorama se tornaría más complejo, pues sectores como los colonizadores y los cocaleros -mucho más numerosos que el suyo- asumirían medidas de hecho para forzar la construcción de la vía Cochabamba-Beni.

De hecho, en la última semana, los cocaleros del trópico cochabambino anunciaron su intención de ingresar al TIPNIS en una movilización, e incluso no descartaron abrir una brecha en el corazón del parque nacional para que se comience con el asfaltado.

El alcalde de Villa Tunari, Feliciano Mamani, sostuvo que sólo tendrían que abrir una senda de 36 kilómetros, pues el resto del trazo carretero ya está expedito.

Más aún, el dirigente de los indígenas del lado cochabambino del TIPNIS, Gumercindo Pradel, confirmó a Ideas que la movilización empezará la próxima semana.

“Nos reunimos para dar a conocer nuestras demandas al Gobierno y planificar todos los detalles de la marcha. Algunos hermanos ya están saliendo de sus comunidades por sendas y ríos para la reunión del martes y para iniciar la marcha el 1 de diciembre”, manifestó.

Al respecto, Tacoo indicó que existen actores que buscan manipular a las comunidades en el interior del Isiboro Sécure para romper el consenso en contra de la carretera.

Esta contradicción entre las declaraciones del Presidente desahuciando la vía y las renovadas acciones a favor de la carretera son interpretadas por el ex dirigente masista Osvaldo Peredo como “contradicciones internas de un bloque histórico”.

“Se revelan las contradicciones entre diferentes sectores sociales (indígenas, campesinos y colonizadores) que en el marco del proceso de cambio se pueden resolver”, manifestó.

El Consejo Indígena del Sur -que aglutina a pobladores del lado cochabambino del TIPNIS- se reunió en la semana con el Presidente. Fue su segundo encuentro y en ambas oportunidades los originarios le reclamaron que la norma del TIPNIS sea abrogada.

Antes, el Mandatario escuchó a los corregidores y juntas de vecinos de San Ignacio de Moxos, quienes le dieron el mismo mensaje y declararon “enemigos” a los dirigentes del Isiboro Sécure.

También la resolución del encuentro del Pacto de Unidad, reunido la semana pasada en Sucre, exige, en su punto 24, la construcción de la carretera.

Se prevé que la misma demanda surgirá de la cumbre social para la construcción de la nueva agenda del proceso de cambio, que se realizará en Cochabamba a partir del 9 de diciembre.

Para Ricardo Paz, todo se enmarca en una estrategia oficialista para legitimar la demanda de los cocaleros por el proyecto vial, a pesar de que la ciudadanía condenó aquel plan durante la marcha indígena. “La cumbre social será un encuentro oficialista, una puesta en escena para ese fin”, aseguró.

Aunque todos los indicios apuntan al conflicto, nada está dicho y sólo resta esperar. Al fin y al cabo no faltan más que algunas horas.

Pros de la carretera

Comercio. La integración entre los departamentos de Cochabamba y Beni puede generar un nuevo eje de circulación de mercaderías y materias primas que rompería con la dependencia a la red vial del eje troncal que prioriza a La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Integración. El norte del país, al estar fuera de la red de carreteras y caminos que se desprenden del eje central, sufre las consecuencias lógicas de la falta de integración. La carretera puede acercar a Beni y a Pando al corazón del país.

Desarrollo. La construcción del camino supondría para las comunidades del TIPNIS una oportunidad de mejorar sus condiciones de vida. En el corazón del parque Isiboro Sécure existen 64 comunidades en las que, por ejemplo, un jabón puede costar hasta 20 bolivianos por las dificultades de la llegada de productos.

Internacional. Se podría constituir un corredor bioceánico con las costas de Brasil y Chile.

Contras de la vía

Deforestación. A pesar de que el presidente Morales señala que el desmonte sería inferior a los 64 kilómetros, estudios indican que la deforestación se extendería a todo el centro del TIPNIS, lo que dañaría seriamente la reserva forestal.

Ecosistema. El TIPNIS tiene ecosistemas delicados que mantienen a ríos como los que se desprenden al Beni y Brasil. La carretera podría romper definitivamente estos equilibrios ambientales.

Usos y costumbres. Las comunidades indígenas señalan que la carretera supondrá la colonización y la invasión de su territorio, por lo cual sus formas de vida y costumbres se verán avasalladas.

Consentimiento. La firma del contrato con el BNDES de Brasil y la empresa OAS, del mismo país, se hizo antes de que se realice la consulta previa con los indígenas. La vía no tiene consenso.

Página Siete