Sucre y esa utópica aritmética electoral

Erick Fajardo Pozo*

erick-fajardo Grupos de poder regional de mermada influencia, partidos con direcciones políticas en el exilio e incluso influyentes medios de prensa cruceños coinciden en imprimir al análisis de los comicios municipales en Sucre un enfoque fatalista, de reversión condicionada a una pronta unificación de la oposición, que vista al detalle resulta ser una “solución por eutanasia” para la oposición regional.

Su tesis plantea, a partir de un presunto “triple empate” entre los principales candidatos de oposición, la falsa premisa de la “unificación” como condición de una victoria electoral sobre el MAS, cuando esa sería más bien la causa última del definitivo fracaso del proceso de reestructuración de la oposición sucrense.



Sentencian que la existencia de cinco candidaturas ediles, al menos tres de ellas prácticamente nominales, son evidencia de un “escenario de dispersión del voto opositor” que, de no revertirse, haría previsible un nuevo triunfo oficialista en Sucre.

Semejante análisis obvia, por supuesto, el factor de polarización desatado por el MAS y perfectamente perceptible en el clima preelectoral sucrense; e ignora toda experiencia reciente en la memoria electoral de los bolivianos respecto a plantear la oposición como resultado de la mera sumatoria de factores. Como si la simple reducción aritmética de postulantes pudiera garantizar la unificación del voto o – aun más importante – como si la mera agregación matemática de candidaturas fuera condición de respaldo social y garantía de consolidar un gobierno edil fuerte frente al asedio del oficialismo.

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No hace mucho, en diciembre de 2009 y mayo de 2010, el país constató la vigencia electoral de esos adagios que advierten que “dos malos no hacen uno bueno”; o que “hay sumas que restan”. Sin embargo, medios de prensa que se precian de críticos, incitan a la quimera de alianzas entre opositores, que serán un ancla para los potables antes que un salvavidas común parta la deteriorada oposición regional sucrense.

Ese “coaliguismo mecánico” que se promueve con las mejores intenciones pero sin la necesaria reflexión, garantiza producir antes el rechazo del electorado por las uniones contranatura que aplausos por la “madurez y unidad” de los dispersos. Peor si consideramos que – según medios de prensa nacionales – al menos cuatro de los “opositores” en carrera comparten una misma génesis política en la izquierda pro-oficialista y sólo uno es declaradamente liberal y opositor.

Peor aún, plantear tamaño reduccionismo como explicación de los venideros resultados electorales implica la complicidad de asentar la coartada oficialista y dar por fiables unos resultados electorales que serán producto de la consabida manipulación del organismo electoral, absolutamente servil al gobierno, y cuyos datos no son base para ningún estudio serio, menos todavía para definir el tamaño de la oposición emergente en Sucre.

Parecen no percibir que el escenario electoral es una salsa en la que se cuecen ingredientes como las direcciones a control remoto de partidos políticos residuales del sistema neoliberal, liderazgos políticos regionales desplazados por la derrota moral antes que militar frente al gobierno y ex aliados del actual modelo plurinacional en rol de “nueva oposición desde el proceso de cambio”, todos tratando de jalar al espejismo del frente común a esa oposición emergente que polarizó a partir del atropello del MAS a la madre del candidato unzaguista Horacio Poppe, destituida tras su brillante paso por el Archivo Histórico Nacional debido a la negativa de su hijo a declinar de los comicios.

Ese es el efecto de distinción cualitativa que, temo deliberadamente, ignoran quienes hoy llaman al ejercicio electoral instintivo y mecánico a los sucrenses, apuntalando ese discurso de “fórmula de unidad” que dentro de poco sacarán de su manga el jefe del partido político, y cierto gobernador cruceño, que irónicamente fueron los agentes de dispersión de la oposición – no así del voto opositor – en las elecciones generales 2009.

*Analista político y ex asesor del Senado Nacional