Tramo II, capítulo II

evo-tipnis El Plan B del MAS para concretar el polémico tramo II del TIPNIS está en plena aplicación. La nueva estrategia envolvente incluye los siguientes puntos:

1) Volver el pedido de construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos en un segundo “clamor popular”, contrapuesto al de los indígenas del TIPNIS. Para esto se moviliza a las bases cocaleras, a colonizadores y sectores indígenas minoritarios, además de una fracción de los empresarios de Cochabamba, con la consigna de demandar la obra vial por cuestiones de “desarrollo”. Este pedido irá in crescendo hasta culminar en la “Cumbre Social” de diciembre.

2) Oyendo el pedido, finalmente el presidente Evo Morales asumirá una posición de “árbitro imparcial” entre ambos pedidos (la defensa eclógica del TIPNIS y el “clamor desarrollista”), convocando a un referéndum bi-departamental como mecanismo de resolución supuestamente democrática de la disputa.



3) Mientras tanto, para doblegar resistencias de la dirigencia indígena y forzarla a aceptar la consulta amañada, se implementa un cerco económico a los habitantes del TIPNIS, mediante la militarización y la criminalización de toda actividad productiva.

4) Un cuarto componente de la maniobra está enfocado en neutralizar la capacidad crítica de la prensa, que en el capítulo I de la guerra del bosque actuó como caja de resonancia de las demandas originarias y de la brutal represión de Yucumo. Para esto, se utilizarían diversas modalidades de amedrentamiento.

5) Por último, y como mensaje hacia los mandos policiales (y militares) potencialmente díscolos, se carga las responsabilidades por el operativo contra la marcha sobre las espaldas del Subcomandante Muñoz, no por el hecho de haber participado en el mismo, sino por haber dado declaraciones que develaban el origen gubernamental de las instrucciones represivas.

El guión está en marcha y tiene un inconfundible tufillo caribeño. Lo peor de todo es que puede ser el preludio de nuevos enfrentamientos violentos, que degraden aún más la ya golpeada democracia boliviana…

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