Paul Antonio Coca Suárez Arana
Una frase bastante conocida señala: “Mantén a los amigos cerca, pero a tus enemigos, mucho más cerca”, y significa que mientras más cerca estemos de nuestros enemigos, tendremos mayor conocimiento de lo que ellos son y lo que planifican y actúan en contra nuestra, poseyendo información de primera mano acerca de lo que traman, y así poder contrarrestar las intenciones que nos perjudicarán. Es una estrategia tan antigua como la misma humanidad.No sorprende en lo absoluto que en la “Cumbre Social Plurinacional” de Cochabamba (en la cual apenas estuvieron 400 personas que quieren arrogarse la representatividad de diez millones de bolivianos), el presidente Evo Morales haya invitado públicamente a otra “Cumbre” a los líderes de oposición para así escucharlos y ver cómo se puede trabajar juntos, lo cual ya no es novedad. Dicho encuentro está planificado para el mes de enero del venidero 2012. En la Cumbre entre el Órgano Ejecutivo y los entonces prefectos de la “media luna” de 2008, Rubén Costas, Savina Cuéllar, Ernesto Suárez, Mario Cossío, fueron invitados a Cochabamba y después de serias críticas en su contra por parte de los oficialistas, no se logró acuerdos, pero, a excepción de Savina, el resto posó en la foto oficial que el Gobierno utilizó para argumentar que la oposición participó en la elaboración de la actual Constitución Política. Una imagen vale más que mil palabras. La oposición sabía a qué iba, pero aún así se prestaron al juego del MAS.En pasadas fechas, a los expresidentes neoliberales Tuto Quiroga, Carlos Mesa, Jaime Paz Zamora, el propio presidente Evo Morales los convocó para asesorarlos en el tema marítimo, pero antes, durante y después de dicho encuentro, los enunciados exmandatarios recibían críticas constantes por parte del oficialismo. El tema es que los líderes y dirigentes opositores se prestan a los jueguitos del Gobierno, en donde se muestran desubicados y sin rumbo político alguno, por lo que no faltará opositor que asistirá a toda convocatoria del Gobierno con la intención de congraciarse, obtener algún rédito y tratar de estar bien “con Dios y con el diablo”, pero no se logra acuerdo ya que el MAS sólo intenta justificar sus medidas argumentando poseer apoyo popular. La “Cumbre Política” que el Gobierno convocó para reunirse con la oposición en enero de 2012, no es más que una estrategia para legitimizar la Cumbre de Cochabamba, en donde la excusa será que primero se reunió con el pueblo, y luego con los políticos de oposición, para así dar pie a medidas que tendrán carácter antipopular, en donde la oposición quede, para variar, sin poder decir algo y, lo peor, sin hacer nada. La oposición debe tener la visión clara, ya que o realmente se construye una alternativa política rumbo no solamente a las futuras elecciones sino para encarar los desafíos que se vienen, o sigue siendo funcional al Gobierno, y prestándose a los juegos oficialistas. La oposición no debe ir a ninguna convocatoria del Gobierno sin que éste muestre apertura a la democracia y aprenda que con autoritarismos no se consigue nada.La Prensa – La Paz