Mientras se mantiene la expectativa por la ceremonia de asunción, Cristina Kirchner sigue de cerca los preparativos para la toma de posesión de su segundo mandato, en la que recibirá una nueva banda presidencial y un «popular» bastón de mando ante la mirada de las dos Cámaras y con la ausencia de su marido y socio político, Néstor Kirchner, que falleció en octubre de 2010.
Luego de jurar por un nuevo mandato de cuatro años, se dirigirá a la Casa Rosada, sede del Gobierno, para saludar a los jefes de Estado que acudirán al acto y poner en funciones al Gabinete de Ministros. El equipo sólo tendrá tres modificaciones. Juan Manuel Abal Medina, Hernán Lorenzino y Norberto Yahuar asumirán en la Jefatura de Gabinete y los Ministerios de Economía y Agricultura, respectivamente.
Tras recibir a los mandatarios y delegaciones extranjeras, se estima que, como lo hizo en 2007, salude desde uno de los balcones a sus partidarios, que se concentrarán en la histórica Plaza de Mayo, donde se realizará un festival artístico.
Kirchner deberá saltarse las reglas del protocolo si desea mantener el riguroso luto que lleva desde la muerte de su marido y antecesor, apuntó Guillermo Acosta, profesor del Instituto Argentino de Ceremonial y Relaciones Públicas.
«El protocolo indica que si la ceremonia de toma de mando es de día, el presidente tiene que llevar ropa clara. Si es mujer, puede portar un vestido hasta las rodillas», sostuvo el especialista.
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La jefa de Estado mantiene la incógnita sobre el vestuario que lucirá en su asunción y los detalles de la ceremonia, aunque, después de una intensa polémica, la Presidencia argentina confirmó que, tal como señala la Constitución, será el vicepresidente opositor Julio Cobos el encargado de tomar el juramento.
Además, de recibir la banda presidencial con los colores de la bandera argentina, se le entregará el bastón de mando, conocido ya por más de tres millones de personas de numerosos puntos del país que participaron en su cincelado.
«Está elaborado con madera de urunday, que tiene todas las virtudes que debería tener un presidente: es recta, rígida, no se corrompe y tiene la virtud de brillar por sí sola», precisó el orfebre Juan Carlos Pallarols.
Una vez que reciba los atributos de mando, Kirchner pronunciará un discurso, en el que se espera que brinde las principales pistas de segundo mandato, signado por el desafío de mantener el crecimiento del país en medio de las olas que ocasiona la crisis en Europa y los Estados Unidos.
«Nada ni nadie nos hará cambiar el rumbo», afirmó la mandataria en un acto el miércoles, último día hábil de su primer mandato (jueves y viernes fueron feriados). La definición de la presidente argentina preanuncia que intentará mantener su política de fortalecimiento del mercado interno.
Fuente: www.infobae.com