Bolivia usa sólo el 29% de la materia prima nacional

Un estudio de la Fundación Milenio sobre la situación actual de la industria boliviana revela que gran parte de la actividad industrial, que está basada en la pequeña empresa, sólo utiliza el 29 por ciento de materias primas e insumos nacionales, debido a la incipiente oferta.

imageUna unidad productiva de confecciones. Las materias primas que utiliza este sector son en su mayoría importadas: hilos y telas, así como los bienes de capital. Foto La Prensa

En el Informe de Coyuntura Nacional, sostienen que el problema del desarrollo industrial es estructural y, por tanto, para impulsarlo como eje del crecimiento económico, se requieren de políticas públicas e incentivos orientados a fomentar el truncado despegue.



La industria nacional, señala el informe, utiliza aproximadamente un 40 por ciento de materias primas e insumos importados.

Asimismo, el 29 por ciento de materias primas e insumos nacionales y el restante 31 por ciento está destinado a la adquisición de energía y servicios, 18 por ciento y 13 por ciento, respectivamente.

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Los expertos en economía señalan que la oferta nacional de materias primas e insumos para la industria es incipiente y que representa una fuerte restricción para el desarrollo industrial nacional.

“El mercado boliviano de bienes finales se abastece en casi un 40 por ciento de productos importados”, agregan.

Bienes manufacturados

Sobre los bienes manufacturados, la Fundación Milenio señala que el mercado interno, que depende del poder adquisitivo de los hogares, determinado por el nivel de la actividad extractiva principalmente, que es donde se genera el mayor porcentaje de excedentes en el país, representa el 28 por ciento del consumo de la producción industrial.

Por otro lado, señalan, que otros frenos que tiene la industria para su desarrollo es que en el país no hay infraestructura de transporte, menos facilidades logísticas para la obtención de licencias, permisos. La mano de obra barata no representa una ventaja competitiva que nos diferencie de los países vecinos y tampoco la disponibilidad de energía y gas natural baratos.

Industria para la demanda

La Fundación Milenio destaca que en Bolivia el desarrollo industrial tuvo una lógica de seguimiento a la demanda, sea esta privada o de las empresas estatales, como ocurrió en los 60’s y 70`s con las compras de la Comibol que ayudó a la creación de muchas industrias en el rubro de los alimentos.

Esta dinámica industrial aislada del desarrollo de materias primas e insumos ocasionó una paradoja en el crecimiento industrial del país: contrariamente a lo que se esperaría, la industria boliviana es la más afectada frente a políticas de control de las importaciones, cuando debería ocurrir lo contrario, es decir, que el sector industrial sea el que demande políticas de control de las importaciones.

Redistribución del ingreso

Refieren que esta fue una de las causas estructurales para el fracaso de la política cepalina de sustitución de importaciones aplicada hasta los 80’s en el país.

“Esta dinámica también explica la escasa capacidad de la estructura económica actual para redistribuir el ingreso hacia el área rural, a través de mecanismos de mercado”.

Según Milenio, una muestra más del desarrollo aislado de los sectores productores de materias primas e insumos y la industria, de acuerdo a datos de la matriz insumo producto del 2006 (última disponible), el 40 por ciento del consumo intermedio de la industria nacional es importado y si a ello agregamos la importación de bienes de capital, este valor llega al 68 por ciento del consumo intermedio.

Un ejemplo claro es lo que ocurre con las pequeñas empresas de confeccionistas, que todas las materias primas que utilizan son importadas, incluidos los bienes de capital, como es el caso de la maquinaria. En este sector, lo único nacional es la mano de obra, los servicios y la energía (electricidad) que se utilizan para hacer el producto terminado.

Pequeña industria

La Fundación Milenio señala que la crisis de la minería de la segunda mitad de los 80`s ocasionó un elevado nivel de desempleo impulsando el crecimiento de la actividad artesanal y de servicios basado en la Pequeña y Micro Empresa que persiste vigorosa hasta hoy.

Sin embargo, señala el informe, es sorprendente la cantidad de microempresarios que están dispuestos a cerrar sus negocios si se les ofrece un trabajo con salario fijo.

En una prueba aleatoria realizada en la Cámara de Industria, se mostró que los microemprendimientos son una opción poco rentable de autoempleo, en el que ni siquiera el propietario obtiene calidad en términos de seguridad.

Los Tiempos – 3/12/2011