El fin de los medios

Rolando Schrupp

SCHRUPP Si bien la frase maquiavélica establece que el fin justifica los medios, nos encontramos inmersos en un proceso en el que el fin de por sí es el fin de los medios.

Se centran en el ojo de la tormenta colonialista estatal el avasallar y estatizar los medios de producción y los medios de comunicación para el estado mismo, construyendo el mito de que el estado es de todos cuando en realidad la burocracia es la nueva clase privilegiada.



Luego de haber conseguido la usurpación del derecho propietario de los recursos naturales de los pueblos encerrados en este paisaje de país por parte del estado y sus cúpulas del poder político, el estatismo avanza hacia constituirse en el monopolio de los medios de producción como único fin de controlar absolutamente la economía y la monopolización de la información para evitar la posibilidad del tránsito libre de ideas a través de la prensa libre.

Estos factores constituyen un retroceso en el desarrollo y en la evolución de las sociedades puesto que ya en el pasado se demostró que estos experimentos, que en retórica funcionan muy bien pues el papel aguanta todo, llevaron al desastre en la práctica.

Mientras el mundo explora como profundizar un capitalismo popular, los retrógradas estatistas apuestan en hipotecar el futuro y en comprometer las generaciones futuras. En la excusa discursiva de que los pobres son explotados por los ricos se genera una paradoja ya que lo que se persigue es que el estado, con sus cúpulas burocráticas, se convierta en el único explotador dueño de todos los medios.

Cuando esto suceda habremos retrocedido a un régimen monárquico donde el César democrático tiene en su poder todo por lo que los ciudadanos hemos trabajado honradamente por generaciones.

El Sol de Santa Cruz