Si Hugo tenía su @Chavezcandanga, Álvaro no podía quedarse atrás.
La maquinaria propagandística gubernamental acaba de dar un nuevo paso expansivo, esta vez en las redes sociales, con el ingreso de una cuenta del vicepresidente García Linera en Twitter.
Sin duda, un síntoma de lo influyentes que se están volviendo las ciber-redes en materia de opinión pública, un escenario donde el régimen cocalero ha estado quedando muy mal parado.
Esto fue particularmente visible durante la reciente crisis del TIPNIS, cuando un ejército de twitteros espontáneos le contó al mundo sobre la represión anti-indígena ordenada desde el gobierno de Evo Morales.
Hay que ver, por lo tanto, al ingreso del vice en esta arena como un intento de posicionar una vocería pro-oficialista que contrarreste en algo a las crecientes tendencias críticas.
La apertura de la cuenta @GarciaLinera ha disparado los primeros comentarios entre los usuarios, como los de aquellos que irónicamente dicen que “ya comenzarán las citaciones de la Fiscalía a los twitteros” y los que hablan de la llegada del “Big Brother” a esa red…
(Nota: tras la publicación de esta columna, el gobierno declaró que la cuenta de Twitter no sería realmente del vicepresidente. ¿Verdad o arrepentimiento ante los cuestionamientos con que fue recibida la iniciativa?)
Erradicación trucha
El Viceministerio de Defensa Social, a cargo del dirigente cocalero Felipe Cáceres, exhibe un informe de elaboración propia sobre una supuesta erradicación de 10.000 hectáreas de coca ilícita en el 2011.
Al margen de lo dudosas que puedan ser unas cifras provenientes de tal origen, se podría decir que el gobierno muestra el árbol para esconder el bosque, difundiendo la presunta erradicación de estos cocales pero obviando el crecimiento neto de la superficie cultivada desde el ascenso al poder de Evo Morales.
De acuerdo a datos de Naciones Unidas, los cocales previos al gobierno evista sumaban 25.400 hectáreas, alcanzando actualmente las 31.000 hectáreas. Es decir, que se habría dado un aumento del 22%.
La situación empeora si se toman en cuenta las cifras del Departamento de Estado norteamericano y del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), que registran un total de 35.000 hectáreas de coca. En ese caso, el crecimiento habría sido de casi el 40% durante la era Evo.
En suma: se erradica un poco por aquí y al mismo tiempo se planta mucho más por allá. Lo que llamaríamos una “erradicación trucha”…