Reynaldo Gianecchini, el actor brasilero protagonista de la popular novela “Lazos de familia”, se encuentra en una intensa lucha contra el linfoma, una especie de cáncer que actúa sobre las defensas del organismo.
El joven actor de 39 años, recibió la noticia de su enfermedad en agosto de este año y desde entonces fue sometido a un tratamiento de quimioterapia para destruir las células malignas.
Su padre murió recientemente como producto de la misma enfermedad y si bien fueron épocas duras para el actor, relató que pudo sacar cosas muy buenas de esta etapa.
“Ha sido un proceso de mucho entendimiento, desde que recibí la noticia de mi enfermedad y todos los acontecimientos después. El hecho de tener a mi padre también con esa dolencia, que ya estaba antes de yo saber de la mía. Entonces, cuando uno se encuentra ante una cuestión en la que la muerte está tan próxima, uno comienza a analizar lo que uno tiene de concreto, que es el presente. Vivir intensamente aquel presente”, dijo el actor.
Rapado casi irreconocible, dio los detalles de cuando decidió cortarse el cabello para que no sea tan traumático perderlo de a poco. “Cuando me rapé, recordé mucho aquella escena que hice [en Lazos de Familia]. Mi esposa, que era Carolina Dieckmann, se rapaba la cabeza, porque tenía leucemia. Es muy feo estar viviendo eso. En el momento en que me estaban rapando la cabeza, yo solo pensaba en eso: en la ficción, y lloré mucho. En la vida real, me encontré con cara de guerrero. Un mismo guerrero”.
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Relató sobre su reacción frente al diagnóstico. “Fue muy malo. Uno cree que no tiene aquella enfermedad. Hablé con mi madre: ‘Mamá, no tengo eso, no es posible’. Después, cuando es diagnosticado, cuando se tiene toda la certeza, yo le dije: ‘Belleza, vamos a encararlo’. En la cirugía para implantar un catéter para la quimioterapia, vino el susto. Yo tuve que parar a la UTI porque tuve un derramamiento de sangre. Después fue superado. Yo comencé ya bastante debilitado”, añadió.
Finalmente dijo que se someterá a un autotransplante. “El autotransplante de médula osea es hecho para recuperar el sistema inmunológico después de la quimioterapia. Primero, los médicos hacen una biopsia de la médula del paciente. Si ella no tiene células cancerígenas, una porción es retirada y congelada. En una segunda etapa, una quimioterapia todavía más intensa destruye los tumores y todas las células de defensa del organismo. Los médicos entonces reimplantan la médula ósea retirada y el cuerpo vuelve a producir células saludables”.
Fuente: www.m24digital.com