No nos referimos a la época histórica, sino a la reducción de apoyo popular sufrida por el presidente Evo Morales, que pasó de tener un 70% de respaldo hace 2 años a la mitad: un escaso 35% a fines de 2011.
Es lo que algún politólogo ha definido como “proceso de desacumulación”.
Un reciente sondeo indica, además, que la desaprobación de los bolivianos a la gestión presidencial se ubica en el 53%.
Todo esto, evidentemente, por la seguidilla de errores y arbitrariedades gubernamentales, que incluyen el fallido “gasolinazo”, la represión a los marchistas indígenas del TIPNIS y las derrotas electorales de octubre (judiciales) y diciembre (municipales de Sucre y Quillacollo).
Entre todo esto, hay que situar también como factor de desgaste el incremento de la producción de cocaína, que ha llevado a diversas voces a hablar de “Narco-Estado”.
Los resultados de la encuesta de IPSOS ocasionaron como primer efecto que el presidente Morales abandonara precipitadamente sus costosas vacaciones en el mejor hotel del Perú, para retornar a toda prisa a Bolivia.
Los indígenas, los obreros y la clase media le han dado la espalda, y va quedando Medio Evo…
Cocaleros contra cocaleros
Es la cereza en la torta para reconocer el creciente aislamiento del núcleo gobernante: ya no se trata de que los cocaleros estén en el poder, sino apenas los cultivadores de coca-para-cocaína del Chapare.
Sucede que los cocaleros de Los Yungas, donde sí predomina la producción destinada al “acullicu”, están cuestionando el proyecto de ley del oficialismo que busca ampliar las hectáreas legales de la “hoja milenaria”, de 12.000 a 20.000.
Nicolás Villarpando, directivo de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz, rechazó el proyecto señalando que “Los hermanos del Chapare tienen que demostrar el uso de la hoja que producen para que puedan justificar por qué quieren aumentar los cultivos legales. Nosotros ya tenemos demarcado un cordón tradicional en las provincias Nor y Sud Yungas e Inquisivi. Pero el Chapare no puede ser productor tradicional en ningún momento”.
El narco-sindicalismo se va quedando cada vez más solo en el poder…