Olvidaron al narcotráfico

José Gramunt de Moragas, S.J.

GRAMUNT Diciembre es un mes muy especial. Los balances ocupan la atención de quienes quieren constatar los ingresos y los egresos, los éxitos y los fracasos, lo bueno y lo malo. Por lo demás, este fin de año se pinta especialmente complicado y no por los balances del fisco sino por las complicaciones sociales y políticas que se han ido sucediendo y acumulando en el transcurso del 2011. Ya está más que repetido que la ciudad sede del gobierno sigue siendo un caos, sin solución a la vista. Lo peor es que el propio gobierno tampoco encuentra una salida a los conflictos que se le plantean todos los días. Y es que, desde principios de este año, perdió la iniciativa que, según los estrategas, es principio de la victoria.

Con el fin de retomar la iniciativa perdida, el gobierno ha convocado la llamada Cumbre Social, rebautizada a última hora con el nombre más rimbombante de “Primer Encuentro Plurinacional para Profundizar el Cambio”. ¿Más profundo todavía…? La reunión se lleva a cabo en la confortable Casa Campestre, a 10 kilómetros de Cochabamba, de manera que los asambleístas se concentren en su trabajo -que para eso lo tienen todo pagado- y no se distraigan en otras veleidades.



Lo primero que hizo la asamblea fue concretar los temas a considerar. Se eligieron diez. ¿Y por qué no 11, precisamente para dar cabida al preocupante asunto del narcotráfico y el lavado de dinero, ambos, hermanos siameses? Pues algunos astutos observadores han notado que la ausencia de estos dos temas podría ser interpretada como muestra de las supuestas conexiones del aparato gubernamental con las bandas de productores, fabricantes y negociantes del veneno infame.

El encuentro del que hablamos, incluyó a los movimientos sociales adictos, pero no contó con la asistencia de la COB que, como ya se ha repetido, debería ser el principal factor aglutinante del movimiento obrero. Pero la vieja COB ha sido arrinconada. Tampoco asisten las organizaciones periodísticas, en signo de “rechazo anticipado” al anunciado acorralamiento de la prensa independiente. No faltan antecedentes indicadores de las intenciones gubernamentales sobre los medios de comunicación.

En cambio sí que concurrió la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia. Aún cuando, su representante se olvidó de exigir a la suprema autoridad estatal que restablezca la seguridad jurídica, actualmente no garantizada. Pero Don Evo ya se había adelantado previsoramente a los empresarios al anunciarles que la cumbre “buscará fortalecer al sector empresarial”. ¿Cómo? Muy fácil. El fortalecimiento provendrá de “los micro, pequeños, medianos y grandes productores”, alimentados copiosamente por el bono dignidad (200 Bs. por persona y mes). Que los economistas digan si esto no es puro arte de encantamiento.

Y mientras nos complicamos la existencia a fuerza de cavilar sobre los más y los menos de la Primera Cumbre Plurinacional, etc. los chicos alegran las calles con sus juegos y sus risas. La Iglesia nos recuerda que estamos en tiempo de adviento, de advenimiento, de preparación a la llegada del Salvador y nos exhorta a la pacificación de los ánimos, y a la reconciliación. De nuevo me pregunto, ¿por qué el llamado de la Iglesia no está en primera plana y, en cambio sí lo está el Primer Encuentro Plurinacional, siendo así que éste último pasará con el viento, y en cambio, mientras que la palabra de la Iglesia es luminosa como el sol?

ANF