Paul Antonio Coca Suárez Arana
Por "juntucha" se entiende peyorativamente a la junta (o reunión) entre personas que a nombre y representación de todo un pueblo realizan acuerdos, toman medidas y las otorgan a la ciudadanía afirmando que existe consenso popular, además de que se reúnen allí personas que si bien pueden tener representación de algún sector, lo hacen argumentando pleno apoyo en la totalidad del pueblo, aunque, por si acaso, es un derecho constitucional el efectuar reuniones con fines lícitos, pero tales determinaciones aprobadas en las juntuchas carecen de apoyo político al ser aprobadas entre cuatro paredes.
Las juntuchas son una constante actividad de los partidos y sus dirigentes políticos para aprobar "entre gallos y medianoche" medidas cuyo impacto es más negativo que positivo, en donde se da lugar al cuoteo político, a la repartición de pegas, a elaborar medidas antinacionales, en fin, una gama de aspectos que van en desmedro de los intereses populares.
Ahora las juntuchas reaparecen nuevamente en donde se cambia de actores políticos y de situaciones para seguir con lo mismo: actuar a nombre de todo un pueblo pese a que ese mismo pueblo está en contra de las medidas que se adoptará.
Pronto, Cochabamba será testigo de otra juntucha donde los acólitos del actual partido de Gobierno y los sectores que responden al MAS-IPSP aprobarán, a nombre y representación de todo un pueblo, medidas como la de censurar a los medios de comunicación para así acallar la verdad; dar luz verde a la carretera por el TIPNIS en un tema que se había cerrado; insistir con el "gasolinazo".
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Por demás demostrado quedó el tema de que la ciudadanía apoya a la libertad de prensa y no quiere coartamiento, aspecto respaldado por millones de firmas; sabemos muy bien que las imágenes de los medios de comunicación que mostraban a las fuerzas del orden destruyendo la marcha pacífica de los indígenas de Tierras Bajas causaron conmoción nacional y mundial, por lo que la prensa le estorba a Evo Morales. Para entender las cosas, la actual Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo claramente: "Prefiero el ruido de la prensa libre al silencio de las dictaduras".
En la juntucha que se reunirá en Cochabamba van a tratar el tema de modificar la ley que protege al TIPNIS, y aprobarán medidas para que la carretera destruya el corazón de dicho parque nacional. De hecho, se anuncia que luego de la misma, los miembros de la juntucha (colonizadores, cocaleros, bartolinas, etc., que no representan ni significan el 100% de los bolivianos) marcharán hacia La Paz exigiendo carretera. Quedan dos preguntas por formular: ¿La Policía reprimirá violentamente a esta marcha como lo hizo con la del TIPNIS? ¿Existirá la solidaridad que se vio con los marchistas de Tierras Bajas con los masistas?
Además, el pueblo ya se manifestó en diciembre de 2010 que no quiere saber de gasolinazos, y que exige un manejo responsable de la economía nacional, que beneficie a todos los bolivianos, principalmente a los más pobres.
Entonces, por demás demostrado está que el pueblo boliviano va hacia una dirección, y lo que la juntucha masista quiere está en otra, pero no nos olvidemos que por más juntucha que sea, goza del ejercicio del poder para intentar darle legitimidad a aquello que no tiene.