Una muerte conmociona la cumbre del Mercosur; Mandataria argentina muy afectada

Uruguay. Cumbre del Mercosur. La enigmática muerte de un joven ultra K. El subsecretario de Comercio Exterior de Argentina, Iván Heyn, fue hallado en su habitación ahorcado. Estaba en Montevideo desde el jueves 15, como avanzada de la delegación.

imageEl subsecretario de Comercio Exterior de Argentina, Iván Heyn, fue hallado muerto ayer en su habitación del Hotel Radisson.

Investigan suicidio o muerte accidental

El País, Montevideo



La muerte por ahorcamiento del subsecretario de Comercio Exterior de Argentina, Iván Heyn, alteró ayer la Cumbre de Presidentes del Mercosur. El funcionario kirchnerista fue hallado en su habitación, desnudo y colgado con su cinturón.

"Aparentemente es un suicidio, recién comenzamos la investigación", comentó al retirarse del Hotel Radisson el juez penal Homero Da Costa, a quien por encontrarse de turno se le informó sobre lo ocurrido con Heyn, de 34 años.

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El funcionario, economista de profesión, había sido designado subsecretario de Comercio Exterior el pasado 10 de diciembre, cuando Cristina Fernández inició su segundo mandato presidencial.

El cuerpo de Heyn fue hallado por un funcionario del room service del Hotel Radisson que sobre las 15:00 de ayer concurrió a la habitación 1062 que ocupaba en el piso diez con el objetivo de reponer alimentos y bebidas del frigobar.

El empleado del hotel, que primero golpeó la puerta, pensó que el funcionario argentino no estaba. Pero cuando pretendió abrir la puerta no pudo porque estaba trabada por el cuerpo sin vida de Heyn.

Al ver que detrás de la puerta se encontraba el jerarca argentino, el trabajador llamó al jefe de seguridad del Hotel Radisson, que abrió la puerta y al apreciar que Heyn estaba sin vida llamó a la Policía.

Minutos después, al lugar llegó el comisario de la Seccional 1ª que tiene jurisdicción en la Ciudad Vieja, Gustavo Porro. Sobre las 16:30 se hizo presente el juez Da Costa y también efectivos de Policía Técnica, al mando del director de la repartición, Juan Carlos Vázquez.

Heyn estaba ahorcado con un cinturón desde un perchero situado al costado del armario de la habitación. El funcionario argentino estaba desnudo.

Fuentes de la investigación dijeron a El País que podría tratarse de un suicidio o una muerte accidental.

Por orden del juez, también concurrió al Hotel Radisson un médico forense que certificó la muerte de Heyn y, en base a los primeros indicios, concluyó que el fallecimiento databa de entre 6 y 12 horas antes, en función de la rigidez que presentaba el cuerpo, según pudo saber El País.

INDAGATORIA. Los investigadores policiales hicieron un relevamiento fotográfico del lugar y se llevaron varios objetos que encontraron en la habitación, como el celular y la notebook del funcionario argentino.

A las 17:45, el juez Da Costa, que ordenó la realización de una autopsia al cuerpo de Heyn, se retiró del Hotel Radisson. Al ser consultado por los periodistas que aguardaban en el lugar dijo que "aparentemente" fue un suicidio.

Al finalizar la tarde, los forenses del Poder Judicial culminaron la autopsia cuyos resultados definitivos se conocerán en algunos días, pero como no se constataron signos de violencia en el cuerpo, el juez Da Costa ya autorizó el traslado del cuerpo a Buenos Aires.

En el mismo sentido se manifestó minutos después el vocero de la Jefatura de Policía de Montevideo, José Luis Rondán, quien brindó una breve conferencia en una sala del cuarto piso del hotel. "Se trabaja sobre la hipótesis de suicidio", dijo.

"La muerte sobreviene aparentemente por ahorcamiento, pero la última palabra la tiene la Policía Técnica en cuanto al relevamiento de huellas", señaló el vocero policial.

"Al estar en la órbita judicial no podemos aseverar con firmeza que la circunstancia de su muerte fue tal, porque para eso se convocó a la Policía Técnica que va a formar una carpeta para presentársela al magistrado y así se determinará la causa de la muerte", dijo Rondán.

Si bien la Policía debe aguardar el resultado de las pericias técnicas que se entregarán al juez, no hay mayores dudas en cuanto a que Heyn se suicidó. "Él se llevará consigo la decisión que tomó", sostuvo Rondán, quien informó que el jerarca no dejó nota alguna que explicara su decisión.

DESDE EL 15. Heyn estaba alojado en el Hotel Radisson desde el jueves 15, cuando llegó a Uruguay con parte de la delegación argentina que participaría en la Cumbre del Mercosur.

En la noche del lunes, Heyn asistió a una cena organizada por la Embajada argentina en Uruguay junto a los demás integrantes de la delegación.

Tras el evento regresó a su habitación. En la mañana de ayer no tuvo actividades por lo que la determinación de que la muerte se produjo entre 6 y 12 horas antes del hallazgo del cuerpo a la hora 15:00, indica que el deceso ocurrió en la mañana o en plena madrugada.

Desde que regresó de la cena en la noche del lunes, Heyn no salió de su habitación y tampoco consumió nada del frigobar.

Los funcionarios del Hotel Radisson, que en realidad no tuvieron mucho contacto con Heyn, no apreciaron un comportamiento llamativo o anormal del argentino.

Tanto la Policía como los funcionarios del hotel revisaron la habitación y no observaron nada irregular. Sí encontraron, por ejemplo, una bolsa con compras que Heyn había hecho en la tarde del domingo en un shopping.

En la mañana del lunes, entre las 8:00 y las 10:00 aproximadamente, Heyn asistió al spa del Hotel Radisson.

Economista estrella. Hace pocos meses, el diario La Nación trazó un perfil del funcionario argentino donde se lo definía como "el economista estrella de los jóvenes ultra K".

Miembro de La Cámpora, una agrupación peronista kirchnerista liderada por el hijo de Cristina, Máximo Kirchner, Heyn tenía 34 años, era el flamante subsecretario de Comercio Exterior y presidía la Corporación Puerto Madero.

Pese a sus cargos jerárquicos, él prefería definirse como un "soldado del proyecto K". Obsesivo, hiperquinético, divertido, extrovertido y locuaz, además de polémico y militante, así lo definían sus amigos, su entorno cercano. "Discutidor como un trosko" de cualquier tema político, agrega el perfil escrito por la periodista Laura Di Marco para La Nación.

Siempre vestido de traje, parecía un ejecutivo del establishment, aunque para reunirse con amigos prefería los bares viejos de Constitución.

Era buen bailarín de tango y vivía en pareja en el barrio de San Telmo con una politóloga llamada Luanda.

Heyn era licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se recibió con honores. En 2002 fue presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), aunque su gran golpe como militante lo dio en el 2000, cuando su agrupación independiente Tontos pero no Tanto (TNT) le arrebató el centro de estudiantes a Franja Morada en su facultad.

Con la llegada del kirchnerismo se convirtió en el "economista estrella" de La Cámpora y en asesor económico de Máximo Kirchner, fundador de la agrupación juvenil.

La noticia de su muerte sorprendió a todos. En su entorno nadie encuentra motivos que lo empujaran al suicidio: joven, con una carrera política exitosa y de gran proyección, en pareja, sin problemas económicos ni de salud. No hay razones visibles, coincidieron ayer varios periodistas de la vecina orilla.

El único dato que resalta entre todos como una pista débil es el intento de autoeliminación de su padre.

Empresario dedicado a la producción de correas industriales, el padre de Heyn estuvo sumido en una fuerte depresión y había intentado suicidarse cuando su fábrica quebró en el preludio de la crisis económica de 2001.

En ese momento, acorralada por la situación económica, la familia del economista emigró a España.

"De un día para el otro pasamos de ser clase media acomodada, con dos meses de vacaciones, a no tener nada, y a tener que salir a buscar una casa para alquilar. Yo tenía 16 años, y ver derrotada la imagen fuerte de mi viejo, que es el tipo que lleva adelante la familia, fue tremendo", declaró Iván Heyn al recordar aquellos años.

El día del cacerolazo contra De la Rúa, Heyn se manifestó en la Plaza de Mayo junto a otros amigos que luego integrarían La Cámpora.

A partir de entonces, el joven amplió su conciencia política y, finalmente, comenzó a militar. Luego se incorporaría en la gestión de Cristina Kirch-ner como uno de los mayores referentes de La Cámpora.

Las redes sociales fueron la plataforma para descargar sensaciones sobre la muerte de Heyn. La periodista Julieta Mengolini escribió en su cuenta de Twitter: "Más allá del dolor personal, el Gordo Heyn nos va a faltar a todos. El tipo más brillante y con más huevo que yo haya conocido". Su colega, Lucas Carrasco, acotó: "Fue un polemista, un provocador intelectual y un militante".

Entre Lousteau y Amado Boudou

Según un artículo publicado ayer en la web de La Nación, Iván Heyn tenía el perfil de funcionario comprometido con el modelo kirchnerista.

Como otros en el gobierno argentino, Heyn confrontó con su colega Martín Lousteau. "No entiende nada de qué se trata un modelo de desarrollo industrial", deslizó en reuniones íntimas. Pero no sentía esa incomodidad con el flamante vicepresidente argentino, el economista Amado Boudou: "Cristina ya lo dejó en claro en Huracán: no preguntemos de dónde venimos sino si estamos de acuerdo con el programa político. A mí me interesa lo que se hace. No tengo idea de lo que Amado hacía en su juventud. Además, él no fue funcionario".

En la Corporación Puerto Madero, donde ejercía la presidencia rotativa, aseguran que imponía sus criterios sin rodeos. "Era muy del estilo K, autoritario y exigente. Cuando se hizo cargo de la presidencia, algunos tuvieron que deshacer sus vacaciones ya acordadas porque Heyn se los exigió", relató un empleado de jerarquía intermedia.  El País Digital

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