¿Perseguidor yo?

A raíz de los cuestionamientos de la ONU, que exigió imparcialidad judicial y respeto al derecho al debido proceso en los juicios a opositores, el presidente cocalero respondió que “No hay ninguna persecución política” bajo su gobierno.Entre los argumentos esgrimidos por el mandatario para tratar de desvirtuar la preocupación internacional, señaló que “también hay ex alcaldes del MAS encarcelados”, citando además el caso del ex ministro Santos Ramírez.Lo que olvidó mencionar Morales es que, de acuerdo a la responsable de la cartera de Transaparencia, Nardi Suxo, de los 4.000 procesos impulsados por su Ministerio, “44 corresponden a gente del MAS”, lo que significa en buen castellano que el 83% de los juicios promovidos desde el Ejecutivo son llevados a cabo contra opositores.Lo cierto es que la maquinaria persecutoria puesta en marcha por el evismo, a imitación de la “judicialización de la política” implementada por Hugo Chávez en Venezuela, es un elemento constitutivo y fundamental del neo-autoritarismo que rige en los países de la ALBA, como también puede constatarse en el Ecuador de Rafael Correa.Este fenómeno, durante años denunciado por opositores o simples periodistas independientes en estas naciones, ahora es reconocido por organismos como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Las máscaras seudo-democráticas del despotismo se resquebrajan y el verdadero rostro de los regímenes aparece con cada vez mayor nitidez en el escenario internacional.Las excusas empleadas (supuestos casos de “terrorismo” o de “corrupción”) ya no convencen a nadie y quizás se acerque el día en que sean los perseguidores quienes tengan que comparecer ante los estrados para dar cuenta de sus actos. Más temprano que tarde… [email protected]