Iván Arias DuránEste domingo se realizaron en Venezuela las primarias para elegir al candidato del Movimiento de Unidad Democrática (MUD) que se enfrentará a Chávez el 7 de octubre. Como dice Argelia Ríos, es un país sojuzgado por el miedo. Sus ciudadanos conviven con él. Muchas familias han sufrido las consecuencias del apabullamiento y la humillación, que son indiscutibles formas de “terrorismo de Estado”. Sin embargo el domingo culminó una etapa del “proceso unitario que debe conducir a la sustitución de un período nefasto de la historia venezolana. Un proceso que ha movilizado a gran parte de la nación con una coherencia de objetivos y una rectitud estratégica pocas veces vista” (F. Rodríguez).“La oposición nunca ha estado en mejores condiciones de derrotar a Chávez”, afirmó Ángel Álvarez, director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela. Álvarez indicó que en cuanto a “calidad de los candidatos” y en términos numéricos, la oposición está en una mejor posición de cuando se enfrentó a Chávez en los comicios de 1998, 2000 y 2006. Una de las novedades del proceso lo constituye el hecho de que viejos partidos como Acción Democrática (AD) y el Social Cristiano (COPEI) no llevan miembros de sus filas a la contienda y están apoyando al candidato de la joven organización Un Nuevo Tiempo (UNT), Pablo Pérez, gobernador del estado occidental del Zulia.El predominio en las primarias de figuras como Capriles, de 39 años; Pérez, de 42 años; y la diputada independiente María Corina Machado, de 44 años, dan cuenta del fin del viejo liderazgo entre la oposición y la consolidación de una nueva generación de políticos en Venezuela. Chávez, de 57 años, aunque se muestra recuperado del cáncer que le diagnosticaron a mediados del año pasado, luce viejo ante esta emergente generación política que se identifica más con un país conformado mayoritariamente por jóvenes. Chávez que solía recurrir a los calificativos de “viejas cúpulas podridas” para atacar a sus opositores, ahora ante esta generación de políticos ha tenido que abandonar esos adjetivos.Todas las encuestas mostraban a Capriles en primera posición. La brecha con respecto a su retador más cercano superaba los diez puntos porcentuales. En la segunda posición se encontraba Pérez. Capriles, un abogado de orientación centro-izquierdista, no oculta su origen de clase media-alta pero sí reivindica su sensibilidad por los más desposeídos sobre quienes volcó su gestión durante su paso por la Alcaldía del municipio capitalino de Baruta entre los años 2000-2008, y más recientemente en la Gobernación de Miranda a la que llegó a finales de 2008. En su afán por romper con la “vieja forma de hacer política”, en la que engloba directamente a Chávez y algunos de sus colegas opositores, el también dirigente del partido Primero Justicia ha luchado desde la Gobernación de Miranda contra lo que considera la “partidización”. El gobernador, que le gusta compararse con el ex presidente brasileño Lula, ha promovido diversos programas estatales de apoyo a los sectores pobres a los que atiende sin importar su orientación política, lo que le ha ganado el respeto y simpatía entre algunos seguidores del mismo Chávez. En las primarias de este 12 de febrero la oposición no sólo eligió un candidato presidencial único, sino también los futuros candidatos para 17 gobernaciones y 249 alcaldías. El Consejo Nacional Electoral (CNE) autorizó usar 3.707 centros de votación en todo el país y 7.691 mesas de sufragio para la consulta que contó con el apoyo técnico de las autoridades electorales, pero coordinada por una comisión electoral del bloque opositor que se encargará de dar los resultados.La oposición boliviana está obligada a seguir el camino venezolano si quiere tener alguna chance seria en las próximas elecciones nacionales. Primero, recuperar la alegría y la fe. Segundo, propuestas y unidad en las justas electorales.Página Siete – La Paz