Capitalismo EGTK

AGLcapitalismo Hay un nuevo modelo económico en Bolivia. Se proclama socialista y de hecho reúne las peores características de ese sistema. Pero también, paradójicamente, se dice “capitalista” y es ejemplo de las prácticas más cuestionables de este segundo tipo de organización. El vicepresidente García Linera lo bautizó, a veces, como “socialismo comunitario” y en otras de “capitalismo andino”. Nosotros preferimos la etiqueta de “capitalismo EGTK”.

Como se recordará, el Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK) fue la banda armada que integró el actual segundo mandatario en los años ´90, en plena democracia. Esa formación fue la responsable del asalto a varios bancos y a la Universidad San Simón de Cochabamba, operaciones en las que se agenció de una suma millonaria.

Ahora, los actores de esa aventura son parte del “proceso de cambio” y parecen impulsar la construcción de una “burguesía revolucionaria” por medios más que discutibles.



Una de las prácticas más frecuentes es la sobre-regulación de ciertos sectores, incluyendo una vigilancia fiscal draconiana pensada para llevar a la quiebra a los empresarios de esos rubros.

La alternativa ofrecida a los mismos es vender sus emprendimientos a precios de gallina muerta.

Otro método en ciernes consiste en la utilización de parte de las reservas internacionales como garantía para apalancar distintos proyectos “productivos”, obviamente promovidos por colaboradores del régimen cocalero.

En suma, como dijimos más de una vez desde esta columna, se trata de imponer el “socialismo para los enemigos y capitalismo para los amigos”…

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