Evo no va al Alto

EL ALTO El Alto, hasta hace poco considerado el principal bastión urbano del evismo, se quedó con los crespos hechos.

Sucede que el presidente Morales faltó a la cita por el 27 aniversario de esa ciudad, con la excusa de los “chequeos de rutina” que lo tuvieron internado todo el fin de semana.

Sin descartar que exista un real problema de salud, lo cierto es que los estudios médicos le vinieron como anillo al dedo al mandatario, para eludir la presencia en la convulsionada urbe contigua a la sede de gobierno.



Evo ni siquiera se apareció por la sesión de honor del Concejo Municipal alteño, realizada este lunes, cuando ya había sido dado de alta de la clínica Los Olivos (donde el “secreto de Estado” fue resguardado por el doctor Mauricio García Linera, hermano del vicepresidente).

Es probable que en esta decisión haya pesado el clima de protesta de los últimos días en El Alto, a raíz de la creciente inseguridad ciudadana que el gobierno cocalero no acierta a conjurar.

En ese contexto, también pueden haber influido los avisos de inteligencia sobre posibles manifestaciones de repudio al presidente, como la que efectivamente tuvo lugar a las puertas del Concejo y que exigió la renuncia del alcalde masista, Edgar Patana.

Es sintomática la ausencia del jefe del Estado Plurinacional en la otrora “plaza fuerte” de su movimiento. Signo tal vez de la debacle de sus apoyos populares, como lo constatan diversos estudios de opinión.

En efecto, más de una encuesta da cuenta del pasaje del oficialismo de una cómoda mayoría absoluta a una frágil minoría mayor, en lo que al Alto respecta. Divorcio que quizás comenzó con el fallido “gasolinazo” en diciembre de 2010.

El MAS va perdiendo a su principal aliado urbano y el aislamiento geopolítico parece ser el destino de las huestes cocaleras del Chapare…

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