Hoy se cumplen 34 años de haber roto con Chile

El 17 de marzo de 1978, Bolivia rompió relaciones con Chile; esto ocurrió a raíz del fracaso de la llamada Negociación de Charaña, una de las más avanzadas tratativas con el país vecino sobre el tema del mar. Desde entonces, la relación sólo ha sido comercial y en constante tensión.

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Charaña. Los presidentes Augusto Pinochet y Hugo Banzer, al reanudar las relaciones diplomáticas.



La Razón / Iván Bustillos / La Paz

La ruptura de las relaciones fue una respuesta a la negativa de Chile de retirar su pretensión de resolver el tema del mar a través de un canje territorial.  “Al principio, el gobierno de Banzer aceptó esta solución, pero después hubo una fuerte oposición en Bolivia contra ese canje de territorios”, cuenta el historiador y diplomático boliviano Ramiro Prudencio Lizón, quien además trabajó en la embajada boliviana en Santiago en esos días.

La Negociación de Charaña se inició con el conocido “Abrazo de Charaña” (población boliviana en la frontera con ese país) entre los gobernantes de facto Hugo Banzer y Augusto Pinochet, el 8 de febrero de 1975. El Abrazo significó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, las cuales estaban rotas desde abril de 1962, durante la segunda presidencia de Víctor Paz Estenssoro.

Aparte del carácter dictatorial de ambos gobiernos (Banzer se había instaurado el 71 y Pinochet el 73), el intercambio de propuestas fue nutrido, da cuenta el historiador Prudencio.

En un artículo escrito en el suplemento Animal Político de La Razón, en su edición del 2 de octubre de 2011, Prudencio destaca que en diciembre del 75, Chile presentó la propuesta de ceder a Bolivia un corredor al norte de Arica, con continuidad territorial hasta el mar. “En el corredor estaban incluidos el ferrocarril de Arica a La Paz, el aeropuerto de Chacalluta y el camino entre Arica y Visviri, que está vinculado al de Charaña-La Paz.

En cuanto al litoral, éste comprendía ocho kilómetros de costa, lo que hubiera permitido la construcción de un puerto más amplio que el de Arica, que abarca sólo un kilómetro y medio”. El problema estuvo en que a cambio del corredor, Chile exigió un territorio de igual dimensión: el muchas veces denostado “canje territorial”.

Aunque “todo el 76 hubo encuestas en Bolivia que indicaban que la gente en general estaba de acuerdo; después el gobierno de Banzer se fue debilitando, reduciendo el apoyo que había tenido al principio; y la opinión pública cada vez más fuerte se opuso y el argumento que tomó contra la negociación y contra Banzer fue precisamente el canje territorial”, destaca.

Ahora, en perspectiva, dice esta vez el diplomático Prudencio Lizón, la ruptura de relaciones es una demostración internacional “de que hay un problema todavía no resuelto entre Chile y Bolivia. A Bolivia le interesa demostrar que todavía hay la ruptura de relaciones, no hay embajadores, sólo tenemos cónsules”.

Hoy entre Bolivia y Chile hay una relación más comercial que política, aunque en los últimos años, por la cercanía y por el intenso intercambio comercial que hay con el vecino país, apunta el diplomático, “el cónsul se ha vuelto casi un embajador”.  Ahora, mientras no se resuelva el diferendo con Chile, o por lo menos no haya un proceso cierto de solucionarlo, Bolivia no debe restablecer relaciones diplomáticas, sentencia.

Resolución amistosa

Sugerencia

Dado el ambiente boliviano-chileno, lo mejor para el país es buscar una resolución amistosa con Chile en la Asamblea de la OEA; no una resolución como la del 79, que aunque contundente alejó a ambos países.

Pide ‘estar atentos’ al mensaje del Presidente

El Ministro de Culturas dijo que el acto central será en la plaza Abaroa.

La Razón / La Paz

El ministro de Culturas, Pablo Groux, llamó a “estar atentos al mensaje que nos dará el presidente Evo Morales” el 23 de marzo.  Siempre en un lenguaje cifrado, el dignatario añadió: “No queremos que el 23 de marzo sea un punto de llegada, sino más bien que sea un punto de partida, para que profundicemos en la historia y el civismo y el espíritu de reivindicación”.

Ante versiones de que el acto central de conmemoración del 23 de marzo iba a ser en la localidad de Tiquina, el ministro Groux aclaró que, como es habitual, el homenaje será en la plaza Abaroa.

“El Ministerio de Culturas no tiene ninguna instrucción ni ha tomado ninguna definición respecto a realizar el acto conmemorativo del 23 de marzo en otro sitio que no sea la plaza Abaroa, que será el escenario en el que las FFAA y las instituciones públicas van a rendir el homenaje”.