The Strongest sumó su tercer triunfo al hilo en una semana. El dulce momento del Tigre sirve para sumar y ascender en la tabla. Ayer despachó a La Paz Fútbol Club (3-1) en el estadio Hernando Siles y dio otro paso en procura de alcanzar algún premio de los que reparte el torneo Clausura. El triunfo atigrado no corrió peligro; es cierto que hubo algunos pasajes en los que el azulgrana intentó hacerle daño, pero una vez que el cuadro de Achumani retomó el control del juego, manejó la diferencia y la amplió cerca del final del encuentro. De media distancia llegaron los dos primeros goles, esos que le dieron la tranquilidad al Tigre que antes de la apertura había pasado un par de sustos conjurados por Daniel Vaca. Alejandro Chumacero vio bien perfilado a Jair Torrico y le entregó la pelota, el lateral avanzó y de casi 30 metros sacó un remate a media altura hacia el costado derecho de Landazury, cuando se jugaba el minuto 20. Esa fue la receta que aplicó el Tigre, porque un rato después Chumacero intentó y la pelota fue devuelta por el travesaño.
En los descuentos del primer tiempo, el Tigre elaboró una buena jugada en la que Escobar habilitó a Wayar, el Sub-20 se tuvo fe y culminó la jugada con un golazo a los 48 minutos. La tranquilidad del triunfo tuvo un sacudón ni bien se reanudaron las acciones. Alejandro Molina ejecutó un tiro libre desde casi 35 metros, la pelota pasó casi toda el área, donde esperaba Ricaldi, quien anotó con un toque suave a los 2’. Después el juego cayó en la intrascendencia, aunque The Strongest pudo aumentar la cuenta en varias ocasiones, empero falló en la puerta del arco. Hasta que llegó el momento del acierto, Melgar ingresó por izquierda, eliminó a Landazury y con toque suave liquidó (81’). El Tigre se ilusiona porque sigue trepando en las posiciones. El azulgrana, en cambio, muestra otra realidad, y el bajón hace creer que irremediablemente terminará la temporada jugando el descenso indirecto.
Fuente: PAT.
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