Evo quiere su PSUV

Evo La consigna lanzada por el presidente Evo Morales en el último congreso del partido de gobierno fue “la reingeniería del MAS”. Con esto se abrió el camino a la “refundación” del oficialismo, conducente a un nuevo tipo de estructura partidaria.

Lo interesante del caso es que esto no respondería solamente a los problemas internos del Movimiento Al Socialismo, sino que se estaría poniendo en práctica un proceso ya implementado en Venezuela por Hugo Chávez. ¿Estaríamos, por lo tanto, ante otra de las técnicas políticas que conforman el modelo ALBA?

En el caso chavista, el Movimiento Bolivariano que llevó al poder al coronel de la boina roja fue sustituido por el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), para lo cual se procedió a la reinscripción de militantes, tal como se está planteando ahora en el MAS.



El objetivo era construir una estructura mucho más vertical y centralizada, donde no fuera posible el cuestionamiento al caudillo. De manera que las diversas fracciones que formaban parte del Movimiento Bolivariano fueron absorbidas y homogeneizadas en el nuevo PSUV.

De esta manera, el antiguo instrumento para la toma del gobierno se convirtió en simple correa de transmisión de la nueva burocracia en el poder.

Entre los mecanismos fundamentales de la “reingeniería” partidaria está la purga interna, consistente en “eliminar a los que no están con el proceso de cambio”, eufemismo de laxa aplicación que puede significar casi cualquier cosa y con el que se buscará erradicar cualquier rastro de disidencia al interior del oficialismo.

Evidentemente, la reestructura se implementa en momentos en que el partido de gobierno atraviesa por un contexto crítico, cuando el “horizonte de eternidad” en el poder deja paso a una etapa de repliegue defensivo y potencial derrota.

Es decir, cuando las ratas comienzan a pensar en abandonar un barco que tiene múltiples perforaciones en el casco…

[email protected]