Los bonos no sustituyen a la inversión


La colocación de los bonos “soberanos” en el mercado financiero internacional ha sido presentada por el gobierno de Evo Morales como un éxito sin precedentes, a pesar de que este antecedente sí existe y de que el impacto de la operación sobre la economía boliviana no puede suplir al estancamiento de la inversión privada en sectores estratégicos registrado en los últimos años.Sobre lo primero, Bolivia ya emitió y colocó bonos en los mercados internacionales en el marco del Programa de Ajuste Estructural aplicado en 1957, medida aconsejada en ese entonces por el Fondo Monetario Internacional y el gobierno de Estados Unidos.Sobre lo segundo, debe advertirse el crecimiento de la deuda pública, que según cifras del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) totalizaba a fines del 2011 31.691 millones de Bs. (deuda interna) y 3.322 millones de dólares (deuda externa).En suma, unos 8.000 millones de dólares de deuda, a los que deben agregarse los 500 millones colocados en Nueva York.Al mismo tiempo, se constata el estancamiento de la inversión privada en sectores vitales como el de los hidrocarburos, al punto de comprometerse la capacidad de producción gasífera dentro de pocos años.Huelga decir que este estancamiento tiene su origen en políticas estatales generadoras de inestabilidad en el marco legal para las inversiones.En el fondo, se trata de un problema de la filosofía económica adoptada por el gobierno de Evo Morales, que considera al Estado y no a los privados como el motor del desarrollo.También llama mucho la atención que el Estado Plurinacional tenga necesidad de endeudarse tanto cuando está recibiendo ingresos récord a causa de los altos precios internacionales de los hidrocarburos, lo que tal vez denote que la bonanza externa, lejos de estar siendo invertida con inteligencia, es objeto del derroche burocrático y prebendal de la “campaña electoral permanente”…[email protected]