Seis reclusos pasan a la historia como abogados

Un ejemplo de superación en Bolivia. Estudiaron desde 2004 mediante el sistema de educación a distancia de la NUR. Ayer les dieron sus títulos.

Seis reclusos de Palmasola se gradúan de abogados

El hecho es considerado histórico, porque es la primera vez que ocurre en el país. Los profesionales quieren ayudar a los internos a encontrar justicia.

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Los egresados Sergio Justiniano, Jimy Condori, Hermen Pessoa, George Cortez, Javier Poma y Eduardo Salazar durante el acto de graduación en la Universidad NUR.

El Deber, Santa Cruz

Seis personas consiguieron estudiar una carrera profesional estando bajo prisión. Egresaron como abogados, gracias al programa de extensión de la Universidad NUR, que llevó conocimiento hasta el Centro de Rehabilitación Palmasola.

Se trata de Jimy Condori, George Cortez, Sergio Justiniano, Hermen Pessoa, Javier Poma y Eduardo Salazar, que tuvieron ayer su acto de colación en instalaciones de la NUR.

“La vida nos ha dado una segunda oportunidad para cambiar de vida”, dijo Javier Poma (34), al confesar que se alegra de haber encontrado en el penal una forma de superación, que a la vez no dejó abatirse con el encierro.

Poma baja la mirada y dice: “Tengo una condena de nueve años, que estoy a punto de cumplir”. Le cuesta hablar del porqué está preso, es más, prefiere enfocarse en el presente y en el futuro. “Mi idea es ayudar a mis compañeros a agilizar sus procesos, pues hay mucha retardación de justicia”.

Lo mismo piensa Sergio Justiniano Rodríguez (52), que ayer lloró de felicidad. A él le tocó vivir en carne propia lo que es estar en prisión y sin condena. “Llegué a la cárcel en 2004 y tuve que esperar más de un año por una sentencia”.

Justiniano afirma que hay reclusos que ya cumplieron su condena, pero que no pueden salir libres porque nadie agiliza sus procesos. Hay otros que mueren enfermos porque no hay quién tramite los permisos para que puedan ir en busca de atención médica.

Agradecidos con la NUR

Eduardo Salazar (45), otro de los egresados, destacó la labor de la Universidad NUR, que apostó por la profesionalización de los reclusos. El programa empezó en 2004 con 60 inscritos, de los cuales seis egresaron ayer, aunque otros 15 han terminado sus carreras estando ya en libertad.

“No es fácil, tropezamos con muchas limitaciones”, afirma. Es que no solo lidiaron con el encierro, sino con la falta de materiales tecnológicos porque en Palmasola no hay Internet ni paneles multimedia. Sin embargo, sus  mejores aliados fueron los libros y docentes que acudieron al penal a impartir las clases.

Jimy Condori (31), que cumple una condena de 30 años y fue el mejor alumno de la carrera, espera que el hecho de estudiar le permita una revisión de su caso.

El estudio es opción para la reinserción

La profesionalización es la mejor forma de rehabilitación para los internos, pues al estudiar demuestran que están dispuestos a cambiar de vida, expresó ayer la jueza Isabel Amelia Paz Lea Plaza, que asistió al acto de graduación de los seis reclusos.

Paz pidió, incluso, que se tome en cuenta este esfuerzo para la revisión de sus penas. “Estudiar entre rejas es una buena opción y supone doble mérito. El reo que estudia debe tener un tratamiento diferenciado. Si se hace una valoración, estudiar en prisión es la oportunidad de una vida mejor en libertad”, manifestó.

El vicerrector de la NUR, Gustavo Ortega, mencionó que 15 personas que salieron libres y continuaron estudiando no han sido reincidentes, lo que demuestra que el estudio rehabilita.