A 3 días de la posesión de Chávez, la zozobra manda en Venezuela. El año escolar se reanuda este lunes, será el primer indicio de normalización de las actividades después del receso navideño. Pero esta vez también servirá para distinguir cuánto del sopor que por estos días reina en las calles de Caracas se debe a las festividades y cuánto se ha de achacar al desconcierto que desde fines de año impone la incertidumbre sobre la salud del presidente Hugo Chávez y su capacidad para tomar posesión de un tercer mandato el jueves.
A 3 días de la posesión de Chávez, la zozobra manda en Venezuela
Posición. Para el oficialismo, la juramentación es sólo un mero ‘formalismo’.
Infografía: La Razón.
La Razón / AFP / Caracas
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La incertidumbre política en torno a la asunción del nuevo mandato del presidente venezolano, Hugo Chávez, hospitalizado en Cuba en estado grave, aumenta a sólo tres días de la fecha prevista y de la mano de variopintas interpretaciones de la Constitución.
Tras ser reelecto el sábado como presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, —una de las principales figuras del chavismo— afirmó que Chávez “seguirá siendo el Presidente más allá del 10 de enero”, fecha fijada en la Constitución para la investidura.
Según el último parte médico difundido el jueves por el Gobierno venezolano, el Mandatario padece una “insuficiencia respiratoria” luego de sufrir una “severa infección pulmonar” tras someterse el 11 de diciembre a una cuarta cirugía contra el cáncer que le fue detectado a mediados de 2011.
El oficialismo afirma que la toma de posesión de Chávez es un simple “formalismo” y defiende que la Carta Magna prevé que en caso de que el acto no se pueda realizar por una “situación sobrevenida”, la investidura sería ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en una fecha a determinar.
El vicepresidente Nicolás Maduro, designado por Chávez como su heredero político antes de someterse a la cirugía, reiteró el sábado que el Mandatario “está en posesión del gobierno” tras ser reelecto, el 7 de octubre, para un tercer mandato de seis años y que “cuando pueda se juramentará”.
Cabello sostuvo, a su vez, que la Asamblea otorgó a Chávez, de 58 años, un permiso para ausentarse del país que se extiende hasta que “regrese una vez curado”.
Pero la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) insiste en que el 10 finaliza el actual mandato de Chávez y que si éste no jura en esa fecha, el presidente de la Asamblea debe asumir el mando de la nación de forma temporal.
Otros dirigentes opositores, como Julio Borges, coordinador nacional de Primero Justicia, aceptan que Chávez se mantenga. de momento, en funciones, pero no Maduro ni el resto de los miembros del Gobierno, ya que no fueron electos.
Maduro dijo el sábado que continuará en funciones y que, cuando sea posible, tomará posesión. Ante este panorama, la dirigencia de la MUD —conformada por 19 partidos— se reunió ayer para “analizar los distintos escenarios de aquí al 10 de enero y el rol de la Unidad en esta etapa”, dijo a la AFP un responsable de la coalición, Ramón José Medina.
Medina detalló que en la reunión se encuentran los “máximos líderes de cada partido” y se prevé un pronunciamiento el lunes por la tarde.
Según analistas constitucionalistas, el Gobierno corre el riesgo de cometer un acto “inconstitucional” si el Presidente no asume el poder el 10 de enero, pues en la historia venezolana nunca se ha retrasado la toma de posesión.
Para el politólogo Farith Fraija, de aquí en adelante la gobernabilidad del país recaerá en manos del Tribunal Supremo de Justicia, que hasta ahora no se ha pronunciado sobre la situación, y la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista y que el sábado eligió a la nueva junta directiva conformada por figuras del gobernante PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela).
El Parlamento “es fundamental y estratégico para la estabilidad democrática del país entendiendo las complicaciones de la salud del Presidente y las decisiones que están en sus manos sobre las ausencias, los permisos, la interpretación de la Constitución y en conjunto con el TSJ va a recaer la gobernabilidad”, dijo Fraija al diario Últimas Noticias.
Tras la nueva recaída de salud del gobernante, presidentes, líderes y figuras del mundo han expresado su solidaridad con Chávez y en Venezuela se han realizado diversos actos religiosos para orar por su salud y recuperación.
Chávez estableció, antes de partir a Cuba a operarse, que en caso de quedar inhabilitado para ejercer la presidencia antes del día 10, quien debería asumir interinamente sería Maduro, a quien consagró también como el candidato del oficialismo a la presidencia en caso de que haya que convocar a nuevas elecciones.
Maduro, de 50 años y también canciller, es un exsindicalista del Metro de Caracas considerado como un político moderado y la figura civil más influyente del Gobierno bolivariano.
Chávez delegó además importantes poderes económicos al Vicepresidente, como decretar créditos adicionales al presupuesto nacional y expropiar bienes, entre otras tareas urgentes.
En estas últimas semanas — a medida que el Gobierno ha ido informando a cuentagotas de la evolución del estado de salud de Chávez— Maduro ha sido la cara más visible del chavismo, protagonizando numerosos actos públicos y entrevistas en medios venezolanos y regionales.
A su lado, ha aparecido a menudo el vicepresidente del PSUV y presidente reelecto de la Asamblea Nacional Venezolana, Diosdado Cabello.
El País.es: Venezuela, un país en coma inducido
Autor: El País de España
El año escolar se reanuda este lunes en Venezuela. Con miles de estudiantes en la calle, será el primer indicio de normalización de las actividades después del receso navideño. Pero esta vez también servirá para distinguir cuánto del sopor que por estos días reina en las calles de Caracas se debe a las festividades y cuánto se ha de achacar al desconcierto que desde fines de año impone la incertidumbre sobre la salud del presidente Hugo Chávez y su capacidad para tomar posesión de un tercer mandato el jueves.
Con Chávez enfermo en una condición de cuya gravedad poco se conoce, las autoridades subrogadas, como el vicepresidente y designado sucesor por Chávez, Nicolás Maduro, se han concentrado en la gestión política de la crisis. Buena parte del Gobierno además viaja de manera continua en un virtual puente aéreo entre Caracas y La Habana, donde el presidente convalece y, al parecer, se celebran las conversaciones para arbitrar la posible transición.
Mientras tanto, la conducción de los asuntos ordinarios del país se mantiene paralizada.
Símbolo de la situación es el nuevo mausoleo para los restos del libertador Simón Bolívar, una inmensa estructura de mármol y hormigón que sobresale en medio de una de las escasas zonas de aire colonial que quedan al norte de Caracas. Es tan enorme como la controversia que ha generado, primero, por su arquitectura y, luego, por los señalamientos hechos contra el exministro de la Vivienda y jefe de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales, Francisco Sesto. Encargado por el propio Chávez de la obra, no solo participó en el diseño del monumento sino que dio la construcción a empresas de exsocios suyos.
Su inauguración oficial sufrió retrasos. Pero el pasado 17 de diciembre llegó una fecha propicia: las obras estaban concluidas y ese día, 182º aniversario del fallecimiento de Bolívar, sucedía a las elecciones regionales, en las que el chavismo obtuvo un triunfo rotundo. Sin embargo, la enfermedad del caudillo bolivariano postergó los planes. Ahora el edificio con vocación de elefante blanco yace solitario, sin su glorioso inquilino ni con su promotor que lo reclame.
Desde diciembre abundan en medios informativos y redes sociales las denuncias sobre la paralización de obras de la Gran Misión Vivienda Venezuela, el programa de construcción social que, según cifras oficiales, completó 200.000 viviendas durante 2012 y que rindió réditos electorales al Gobierno.
La escasez de productos de primera necesidad también se está haciendo sentir. Después de numerosas expropiaciones, el Gobierno controla el 50% del mercado minorista de alimentos y un porcentaje similar de la distribución, además de cinco millones de hectáreas de cultivo. Sin embargo, productos de primera necesidad como la harina de trigo, el aceite de maíz o la crema dental no se encuentran en supermercados. La mitad de las empresas manufactureras privadas han desaparecido desde 2002. El Gobierno hace importaciones masivas de alimentos pero la capacidad de los puertos es insuficiente para recibir tales volúmenes.
Hasta su cuarta operación en Cuba, durante las convalecencias Chávez resolvía los necesarios asuntos administrativos de Estado mediante resoluciones giradas desde la capital cubana, un método impugnado por algunos juristas puesto que la Constitución establece que Caracas es la sede de gobierno. La última decisión de ese tipo la expidió el 4 de diciembre, cuando nombró desde La Habana siete embajadores. Pero el agravamiento del día 11 acabó con esa posibilidad.
Otras decisiones relevantes parecen requerir de un capital político y una autonomía que nadie más que Chávez tiene. Es el caso de la devaluación de la moneda, el bolívar, que los expertos vaticinan inevitable por unanimidad desde finales de noviembre. Un déficit fiscal de casi 20% sería su principal causa.
La devaluación, en un país que importa buena parte de lo que consume, se transferiría a la inflación, ya alta, con una tasa del 19% anual en 2012. Pero el riesgo de explosión social y daño político es importante. Se trata de una factura que no parecen dispuestos a asumir por sí solos ni el todopoderoso ministro de Planificación y mentor de Chávez, Jorge Giordani, ni el presidente del cooptado Banco Central, Nelson Merentes, exministro bolivariano. Tal vez ni siquiera un Maduro en la presidencia pueda correr un riesgo semejante, en el marco de una inestabilidad política e institucional, y aunque las exigencias de fondos de la estructura de asistencia social montada por Chávez sean gigantescas.
No es de extrañar que en un régimen personalista los asuntos funcionen así. Pero el agravamiento de la salud de Chávez le pilló inadvertidamente en medio de sus esfuerzos por construir, sabedor de su enfermedad, una estructura política y de gestión capaz de trascenderle y lograr lo que él mismo denominó “la irreversibilidad de la revolución”. Informe21.com
Crónicas de una enfermedad anunciada por ABC.es
abc.es.- Hace casi un año, el 23 de enero de 2012, ABC publicó que a Hugo Chávez le quedaban alrededor de doce meses de vida, de acuerdo con informes confidenciales de sus médicos, si insistía en rehusar el tratamiento adecuado que le obligaría a dejar temporalmente sus funciones presidenciales. El presidente venezolano ridiculizó la información respondiendo que eran invenciones «de un diario de España».
La exclusiva volvía a poner el cáncer de Chávez en la agenda informativa, después de que él mismo dijera estar recuperado de las operaciones realizadas en Cuba en junio de 2011, algo que su actividad en los últimos meses de ese año parecía avalar. Durante esos meses, ABC comenzó a tener acceso material a informes manejados por canales de inteligencia elaborados a partir de dictámenes de los médicos.
Determinada con el tiempo la solidez de las fuentes, tras semanas examinando cómo ciertos hechos confirmaban informaciones previas facilitadas por el mismo canal, ABC publicó la más completa versión hasta entonces sobre la evolución de la enfermedad del presidente. A pesar de la operación por cáncer en la próstata, Chávez seguía sufriendo metástasis en colon, huesos y médula.
Por más que el chavismo negó esas noticias sobre la salud de su comandante, éste tuvo que anunciar a finales de febrero que iba a ser sometido a una tercera operación por tumor en zona pélvica. Pasada la cirugía, y de nuevo en medio de la negación oficial sobre la continuidad de los problemas de salud, este diario publicó una nueva información en junio, indicando que el rabdomiosarcoma del presidente seguía extendiendo la tumoración en los huesos. Se decía que, entre otros medicamentos, para afrontar los dolores y poder mantener la actividad electoral que esta llevando a cabo Chávez tomaba fentanilo, cien veces más potente que la morfina. Solo altas dosis de opiáceos y esteroides explican que Chávez pudiera alcanzar la fecha de las presidenciales, el 7 de octubre.
ABC publicó otra exclusiva el pasado 29 de noviembre al anunciar que a Chávez se le había reproducido el cáncer en la misma zona donde ya había sido operado previamente. Así fue confirmado días después por el propio Chávez, en su última aparición pública antes de ser intervenido por cuarta vez en Cuba, el 11 de diciembre.
Vómito de sangre y traqueotomía
Este diario aportaría más datos, como un previo vómito de sangre y dolores en el abdomen que daban cuenta de la gravedad de la situación, así como la realización de una traqueotomía en el postoperatorio debido a complicaciones.
Aunque el Gobierno se refirió pronto a una infección respiratoria, solo esta semana ha admitido una «severa infección pulmonar». Sigue, no obstante, sin reconocer la extensión del cáncer en huesos y médula, así como el hallazgo de células cancerígenas en la pared interna del abdomen y la vejiga.
Más allá de la salud de Chávez, ABC ha publicado otras informaciones sobre Venezuela luego confirmadas por el propio presidente, como cuando tuvo que organizar una presentación del Arpía, un avión no tripulado comprado a Irán, dos días después de que este periódico publicara diversas fotos.
Por su parte, Washington ha reconocido el acercamiento protagonizado por Maduro, quien como desveló ABC envió a un emisario a la Casa Blanca. Informe21.com