América Latina y la crisis siria


Emilio J. Cárdenas*emilioOcurre que, más allá de la crisis en sí misma y de sus enfrentamientos armados, detrás de Siria está Irán y detrás de los insurgentes aparecen los principales países árabes del Golfo, porque -en definitiva- estamos ante a una guerra facciosa entre musulmanes. Una que enfrenta a “sunnis” contra “shiitas”, cuyo resultado es vital para las ambiciones de poder de ambas partes.América Latina contiene a algunos (pocos) Estados que se han plegado abiertamente a China y a Rusia en defensa y apoyo al régimen de los Assad. El más activo de todos ha sido, claramente, Venezuela: nada menos que el socio estratégico de Irán en la región.Hugo Chávez -unido por la fobia anti-norteamericana que ambos compartían- había establecido una íntima relación personal con Mahmoud Ahmadinejad. La que derivó luego en un abierto apoyo del país caribeño al régimen “alawita” de los Assad, evidenciado por envíos frecuentes de crudo y combustibles, desde Venezuela.Una reciente resolución adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (a propuesta del gobierno de Qatar) que incluye una condena explícita a las violaciones a los derechos humanos y a los aberrantes crímenes de guerra cometidos por el gobierno sirio y las tropas que le responden, desnuda las diversas posiciones regionales frente al conflicto de los países de América Latina.Hablamos de la Resolución que se aprobara el 14 de mayo pasado. Con 107 votos a favor. Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú, entre otros, votaron por la condena, unidos entonces a la significativa mayoría que aprobara la resolución referida. Apoyándola.En cambio: Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Dominica, El Salvador, Guyana, Jamaica, Paraguay, St Kitts, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, así como el Uruguay, decidieron “abstenerse” y así votaron dentro de un grupo que se conformó con 59 votos totales, a favor de la abstención. Entre dos aguas, por cierto.Por último, entre los apenas 12 votos que -en cambio- votaron a favor de Siria y de los Assad, esto es en contra de la resolución de condena, aparecieron: Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Los cinco gobiernos con ideologías de corte marxista que contiene la región. Acompañaron así nada menos que a: Bielorusia, China, Corea del Norte, Irán, la Federación Rusa y Zimbabwe. Hablamos, queda visto, del corazón del grupo más duro del totalitarismo del mundo. Entre ellos los “bolivarianos” están particularmente cómodos, sintiéndose en su casa. Lamentable, por cierto. Pero aquello de que “Dios los cría” es rigurosamente cierto. También en el escenario internacional, queda visto.*Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones UnidasEl Diario Exterior – Madrid