El Gobierno indaga a Tadic. Interrogado por su preparación, el teniente boliviano-croata refuta la idea de una ‘blitzkrieg’ en Bolivia. Guerra relámpago, una tesis sin pies ni cabeza. Acusados: La larga espera en el ‘banquillo’.
El Gobierno indaga a Tadic sobre una guerra relámpago
Caso de supuesto terrorismo. Interrogado por su preparación, el teniente boliviano-croata refuta la idea de una ‘blitzkrieg’ en el país. Buscan probar que Tadic es un experto militar.
El abogado del Ministerio de Gobierno, Marcelo Salinas, interrogó al procesado. Los otros acusados cuestionan la intención del Ejecutivo. Foto El Deber.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La novedad de la semana llegó en forma de pregunta. “¿Conoce a qué se refieren las tácticas de guerra relámpago?”, interroga Marcelo Salinas, abogado del Ministerio de Gobierno, a Mario Tadic, teniente de infantería boliviano-croata que se defiende de la acusación de terrorismo en el caso Rózsa. Es jueves por la tarde y luego de varias objeciones de su abogado defensor, Tadic debe responder. “Sí”, contesta él y el salón Basilio Cuéllar, del Palacio de Justicia de Santa Cruz, hace silencio.
“Una blitzkrieg”, continúa el veterano de la guerra de Croacia y explica que eso es una operación de cuerpos militares de gran envergadura, un golpe rápido con varias unidades mecanizadas, con tanques. Una estrategia que usaron los alemanes en la II Guerra Mundial. “Pero eso no se hace con un tanquecito o dos”, repone.
Salinas insiste en hablar de la experiencia militar de Tadic, superviviente de la balacera en la que la Policía boliviana mató a Eduardo Rózsa, Michael Dwyer y Árpád Magyarosi. El acusador pregunta una y otra vez. Y sus indagaciones aparecen en el contexto del caso de supuesto terrorismo, donde el Gobierno acusa a 39 personas de haber participado de una célula que pretendía dividir Bolivia en 2009 con una guerra civil, presuntamente, bajo la tutela de Rózsa.
Así lo ha dicho el presidente Evo Morales y un informe de una comisión parlamentaria. Más de cuatro años de un juicio que parece no tener fin.
Un murmullo se apodera de la sala. El general Gary Prado Salmón, también acusado, sonríe al escuchar las preguntas de Salinas, pero guarda silencio. Tadic está exhausto y molesto. Ha sido una semana de muchas preguntas, pero lo que más lo desgasta es la intencionalidad que adivina en las preguntas del abogado querellante. “No es posible que algún militar con conocimiento hubiese pensado en una ‘blitzkrieg’ en Bolivia, aun cuando hubiera querido hacerlo no había condiciones para hacerlo”, refuta en un pasillo de la sala, durante uno de los cuartos intermedios de la audiencia.
Tadic jura que llegó a Bolivia invitado por Rózsa para formar una empresa de turismo y que ahora vive una pesadilla que comenzó la madrugada del 16 de abril de 2009, cuando un grupo de policías armados entró a su habitación de hotel, lo sacó desnudo, lo golpeó, lo torturó y se lo llevó arrestado.
Guerra relámpago, inviable
El general Prado explica que una guerra relámpago implica un conflicto entre dos tropas regulares hostiles, donde una de ellas arremete en una rápida operación de ataque, combinando aviación y tanques para perforar la línea enemiga y ganar la guerra en poco tiempo.
Algo como lo que hizo la Alemania de Hitler para perforar la línea de defensa Maginot y tomar Francia en dos semanas. “Los supuestos terroristas, ¿de dónde iban a sacar suficientes tropas armadas, tanques y aviones para una operación así contra el Ejército?”.
Por otro lado, Tadic es un teniente en retiro, un oficial que en opinión de Prado no tiene rango para planificar una acción militar que corresponde a generales. El general enjuiciado sonríe, cree que los acusadores desconocen el tema. Pero él es parte interesada en este juicio.
Algunas observaciones
EL DEBER consultó el tema a un segundo experto en estrategias de defensa. En criterio de Samuel Montaño, la aplicación de una blitzkrieg jamás fue viable, aun en la hipótesis de una guerra separatista promovida por civiles desde el oriente, a falta de unidades mecanizadas y aviación de guerra.
Pero el Gobierno piensa otra cosa. “Consultamos a Tadic para fundamentar nuestra acusación, no queremos adelantar criterios”, dice Salinas, el abogado paceño de la voz baja que representa al Gobierno. Responde así cuando se le pregunta si su intención es demostrar que Tadic llegó a Bolivia para aplicar un blitzkrieg. Para él, las respuestas del acusado demostraron que es un experto en guerras relámpago. Con eso basta.
Gary Prado Araúz, defensor de otros enjuiciados, recuerda que Tadic fue implicado en el caso Rózsa como supuesto planificador de la guerra separatista y cree que las preguntas de Salinas apuntan a probar que estaba capacitado para ese fin. En el turno de los abogados defensores, Prado Araúz pregunta a Tadic si como militar jubilado, él y las demás personas del grupo de Rózsa eran capaces de enfrentar al Ejército
Una semana con miles de preguntas
Clases de historia de Croacia
Durante cuatro días, Mario Tadic fue interrogado sobre su experiencia en la guerra de Croacia, ocasión que le fue propicia para explicar durante horas sobre la historia de Yugoslavia y sobre la guerra que dividió al país.
Más de 100 preguntas por día
Cada sesión del interrogatorio a Tadic supuso horas y horas de cuestionario, más de 100 por día. Fiscales, Gobierno y abogados defensores al frente.
Una pugna entre defensores
La intención de interrogar al acusado de parte de los abogados de otros acusados provocó un debate legal entre los defensores versus el doctor Jani Prado, patrocinador de Tadic.
Molestia por un documental
Marco Monasterio, acusado dentro del juicio, protestó el jueves por la insistente difusión de un documental en el canal estatal, donde se asegura que los acusados son terroristas.
La larga espera en el ‘banquillo’
Los acusados se dan modos para distraerse durante las audiencias.
La fase de interrogatorio del juicio oral del caso Rózsa arrancó en Santa Cruz y el primer acusado, Mario Tadic, expuso durante toda una semana. Mientras eso sucedió, los otros 20 sindicados presentes debieron atender por horas y buscar el modo de hacer llevadera su permanencia.
El general Gary Prado va acompañado de su esposa y de rato en rato ambos comentan el juicio. El expresidente de Cotas Ronald Castedo, que tiene problemas de salud, aprovecha cada cuarto intermedio para ir al baño. Es conocido por su sentido del humor.
Ignacio Villa Vargas, ‘El Viejo’, recorre en su silla de ruedas el pasillo de la sala Basilio y Cuéllar. Y de cuando en cuando pide ayuda a uno de sus hijos que lo acompañan.
Elod Tóásó habla húngaro, pero está aprendiendo a hablar en español. Su teléfono celular lo distrajo mientras duró cada interminable sesión. Consulta a su abogado por cada cosa que sucede al frente, delante del tribunal
Guerra relámpago, una tesis sin pies ni cabeza
Samuel Montaño – Experto Militar
La ‘blitzkrieg’ o guerra relámpago es una táctica de guerra que Alemania aplicó por primera vez en durante la segunda guerra mundial. Fue la primera vez que se combinan operaciones aéreas de bombarderos con ataques mecanizados de tanques pánzer. Esto para romper la línea del frente enemigo.
Se trata de una innovación de la ofensiva aérea y terrestre rápida que consistió, básicamente, en el bombardeo aéreo a gran escala y una inmediata incursión de infantería con gran cantidad de tropas, donde el elemento del ataque sorpresa es clave. Así fue cómo el Ejército nazi rompió la línea Maginot de los franceses, tras un ataque de aviación, penetró en un par de semanas a París. Como diría el mariscal Montgomery, encontraron a sus rivales con los pantalones abajo.
Eso es una guerra relámpago. Ahora, en la hipótesis de una guerra separatista en Bolivia, no se entiende cómo pretenden fundamentar tal acusación, si con un mínimo de conocimiento militar, se sabe que se necesita el poderío de ataque aéreo y de tanques combinado para perforar una línea de defensa enemiga. Primera pregunta, ¿de qué aviones y tanques disponían los supuestos separatistas? Segunda, ¿cuál era la línea o el bloque de defensa contrario al supuesto grupo separatista, si hay 40 regimientos militares distribuidos en todo el país?
En 2009, durante los conflictos sociales, no había líneas enemigas definidas territorialmente, ni tampoco había la suficiente cantidad de tropas regulares separatistas, digamos unos 10.000 hombres armados. Si los supuestos separatistas atacaban, digamos, al regimiento Manchego de Montero. ¿Qué cosa evitaría que los demás regimientos del país no se movilicen para sofocar el alzamiento armado? La tesis de la guerra relámpago, para este caso, no tiene pies ni cabeza.
El Deber