Evo “militariza” la diplomacia; ex comandantes ahora son embajadores y cónsules

Al menos siete militares ingresaron al servicio exterior de Bolivia. En el gobierno de Evo Morales fueron mermando los diplomáticos de carrera.

Cuatro ex comandantes ahora son embajadores y cónsules

DIPLOMACIA. En los últimos años fueron mermando los diplomáticos de carrera y se diversificó la cantidad de profesionales de otras áreas, entre ellos poetas y artistas.

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El ex comandante Luis Trigo jura como embajador de Bolivia en Venezuela. Foto APG.

El presidente Evo Morales designó en sus dos gestiones a cuatro ex comandantes militares como embajadores y cónsules, según datos de la Cancillería boliviana.

Un relevamiento realizado por este medio da cuenta de que al menos siete militares de alto rango ingresaron al servicio exterior desde el año 2006.

Estas autoridades son Liborio Flores, ex comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) que ahora es embajador en Argentina; Luis Trigo Antelo, ex comandante general de las Fuerzas Armadas, ahora es embajador en Venezuela; Carlos Ramiro de la Fuente, ex comandante de las Fuerzas Armadas, es el cónsul de Bolivia en Chile, y Freddy Bersatti Tudela, ex comandante general del Ejército, ahora es el encargado de negocios de la Embajada de Bolivia en EEUU.

A esta lista extraída del portal del Ministerio de Relaciones Exteriores se suma el embajador de Japón, Luis Higa Tomita (coronel de Ejército); el cónsul adjunto en Chile Ramiro Oswaldo Flores (subteniente del Ejército) y el cónsul en Beijing (China), Guillermo Callup Liendo (general de brigada del Ejército).

El diplomático de carrera Gustavo Aliaga Palma consideró que bajo estas características el servicio diplomático se está convirtiendo en “el destino militar” de ex jefes que son designados en lugares relevantes.

“Hay una profunda improvisación de gente en el servicio exterior que debería ser el corazón y el brazo ejecutor de la política exterior del Presidente. Ahora está dando tumbos porque se han designado a las misiones más importantes a ex militares sin experiencia”, dijo.

Una de las características que adquirió el servicio exterior en los últimos años es la reducción de diplomáticos de carrera y el aumento de profesionales de otras áreas, entre ellos artistas, poetas, comunicadores, médidos, militares y dirigentes de organizaciones sociales.

El Gobierno predica una “diplomacia de los pueblos” como complementario a la “diplomacia entre estados” y bajo este marco también decidió realizar un giro en cuanto al perfil de los representantes en el exterior.

No obstante, la Ley 1444 obliga al Estado a designar diplomáticos de carrera que estudiaron en la academia diplomática o en otras escuelas diplomáticas.

Para la oposición parlamentaria la designación de ex autoridades militares representa un forma de mantener la lealtad de los uniformados, aunque el oficialismo considera que se trata de una decisión que corresponde estrictamente a la Cancillería del Estado boliviano y al presidente Evo Morales.

Punto de vista

Gustavo Aliaga

Diplomático de carrera

Lo que ha pasado en estos últimos cinco años del servicio exterior es que se ha eliminado la carrera diplomática. Es posible que en algunos meses la Ley 1444 termine cambiándose para que el servicio diplomático sea un botín de guerra o un destino militar, de éste y otros gobiernos. La carrera diplomática no se ha formado como en otros países. Yo no estoy en desacuerdo que se manden a militares, pero son civiles sin experiencia. Ahora estamos viviendo un periodo donde más necesitamos enviados diplomáticos y se ha colocado una cantidad de gente sin experiencia y se ha militarizado el servicio exterior en desmedro de una carrera, esto va a tener consecuencias a la larga. Ahora la diplomacia es de alta improvisación que no ayuda a la ejecución de la política exterior del Presidente.

Dos cenicientas hay en el Estado: las Fuerzas Armadas y la diplomacia nacional, que deberían ser los brazos más fuertes del Estado y son los más despojados de estructura y capacidad técnica. En vez de florecer siguen siendo botines de la política y del poder.