Como vivimos en un subcontinente kafkiano, con engendros tal la Unasur y la Celac y un Mercosur que renace de sus cenizas como un Ave Fénix pero bolivariano, no es de extrañar la última noticia que ha trascendido: el gobierno de La Paz revisó aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña, que tenían las mismas inmunidades que el avión de Evo en Europa.El Canciller boliviano, en su momento, había criticado agriamente a la prensa boliviana que se había hecho eco de la noticia, calificándola de “tomadura de pelo”. Pero ahora ese hecho es confirmado por las autoridades brasileñas, como ocurrido en el año 2011 y según el Ministerio de Defensa de Brasil, con el agravante que una de ellas llevaba al propio Ministro de esa cartera, en viaje oficial a Bolivia.Inclusive se agrega otro incidente más, que es cuando le ocurrió lo mismo al avión del entonces Canciller Celso Amorim, en viaje oficial a Santa Cruz de la Sierra, ese mismo año 2011.Ante esas noticias brasileñas, el Canciller David Choque admitió que Brasil hizo llegar una nota de protesta, pero que a él mismo le había ocurrido tener problemas en los aeropuertos bolivianos, por la ignorancia de los funcionarios de las normas internacionales y no porque tuvieron como objetivo encontrar al Senador Pinto.Sin embargo, hay dos elementos urticantes en todo este asunto: primero, el secreto que guardó Brasil sobre su protesta y que recién trasciende ahora, luego de haberse vehementemente solidarizado con Evo por el “atropello europeo”, en la última Cumbre del “Mercomamarracho”.Y segundo, hay fundadas sospechas que la revisión fue por similares motivos al incidente europeo: la posible presencia en el avión, del Senador Roger Pinto, asilado en la Embajada brasileña en La Paz, desde hace más de un año a la espera del salvoconducto correspondiente para poder salir del país.Ese Senador de la oposición boliviana, había denunciado actos de corrupción y nexos con el tráfico de drogas del gobierno de Morales y, al recibir amenazas de muerte y la instrucción de varios procesos judiciales en su contra, decidió pedir asilo por persecución política.Eso hizo Bolivia con su mayor comprador de gas natural y sigue sin otorgarle el salvoconducto a Pinto para poder salir del Altiplano. Pero ni Brasil ni ninguno de los defensores del derecho de asilo de Snowden, dijeron ésta boca es mía.Un Diputado opositor, Adrián Oliva, ha conminado a Choquehuanca para que explique ante la Asamblea Legislativa los motivos por los cuales se revisaron los aviones oficiales brasileños y consideró que las autoridades gubernamentales tratan de encubrir hechos vergonzosos, a la par que convierten en víctima al presidente Morales a raíz del “bloqueo aéreo” a su avión en Europa.Es patética la doble moral de Evo para encarar hechos similares y más patética es la pusilanimidad de la otrora digna —y hasta casi imperial— diplomacia de Itamaraty. Pero por otro lado, son absolutamente representativas de los tiempos que corren, de flechar el respeto de las normas para un solo lado y la lucha por la reelección vitalicia.Correo de los Viernes – Montevideo