En defensa de Snowden

Javier Paz GarcíaJPGInicio este artículo expresando mi admiración y respeto por Mario Vargas Llosa, pensador liberal al igual que yo. Debo hacerlo porque a continuación voy a criticar su postura con respecto al caso de Edward Snowden.En su artículo Jubilar a los espías Vargas Llosa postula que “ejercitar la libertad en contra de la legalidad solo se justifica en países donde la legalidad está reñida con aquella”, y que en Estados Unidos no existe esta situación y que por lo tanto es condenable el accionar de Snowden. Esta postura básicamente justifica un doble estándar: está bien denunciar las acciones ilegales e inmorales de gobiernos totalitarios, pero está mal hacer lo mismo con gobiernos democráticos.Vargas Llosa afirma que la privacidad no existe por la prensa amarillista. ¿Y es que acaso eso justifica que los gobiernos espíen a sus ciudadanos de manera inconstitucional? Afirma que para hacer respetar el derecho a la privacidad existen leyes cuyos costos y tiempo las hacen inutilizables. Pero anteriormente critica que Snowden no haya recurrido a ese engorroso e ineficiente sistema judicial para ventilar sus denuncias. Critica que Snowden busque asilo en países que evidentemente tienen gobiernos represores de la libertad. Sin embargo debemos acotar que más que una elección de Snowden, es una consecuencia de que países verdaderamente democráticos le cierran las puertas ante el temor de las represalias de Estados Unidos. Para ejemplo nada mejor que la actitud sumisa y vergonzante de España, Francia y Portugal que le negaron el espacio aéreo al presidente de Bolivia ante el mero chisme de que Snowden se encontraba en su avión. Vargas Llosa afirma acertadamente que “Snowden no ha revelado nada que cualquiera que tiene dos dedos de frente sabía ya”. Tampoco es novedad que los políticos roban y mienten, pero eso no significa que cuando sale a la luz un caso de un político corrupto, uno vaya a justificarlo y dejarlo pasar. El espionaje masivo del gobierno de Estados Unidos va en contra de los derechos civiles protegidos bajo su propia constitución. El edificio que resguarda la declaración de independencia y la constitución de Estados Unidos, lleva inscrito en sus paredes la siguiente cita “La eterna vigilancia es el precio de la libertad”. Acciones como las de Snowden son parte de esa eterna vigilancia y evitan que gobiernos más o menos respetuosos de la libertad como el de los Estados Unidos, caigan en la tentación totalitaria como los de Venezuela y Bolivia.