La cinematografía nacional estrenó la noche de ayer el primer cortometraje de ciencia ficción, que trata sobre el fin del mundo.
Refugiados, un cortometraje que marca la incursión de la cinematografía nacional en el género de la ciencia ficción.
El audiovisual, que tiene 15 minutos de duración, fue concebido por el ilustrador alteño Santos Callisaya y llevado a la gran pantalla bajo el mando del experimentado cineasta boliviano Rodrigo Bellot.
Refugiados es el resultado del Primer Concurso Nacional de Guiones, organizado por la empresa Avícola Sofía que premió con la realización a la mejor historia que cumplió la consigna: “¿Cómo una hamburguesa puede unir al país?”.
La historia
El caos y el pánico se apoderan de la tierra, pero José, un vendedor ambulante de hamburguesas, salva la vida de cuatro personas y encuentra un escondite seguro en la casa de su vecino. Tres días después, el sol no ha vuelto a salir y estos sobrevivientes, que pertenecen a distintas ciudades del país, han agotado sus recursos. Por ello deciden salir al exterior, donde encontrarán oscuridad total y se enfrentarán a peligros aún desconocidos.
“Nos enfrentamos a un sinnúmero de retos técnicos, logísticos y de producción, pues hacer por primera vez un cortometraje del fin del mundo en Bolivia requiere de muchos efectos especiales. Tuvimos que borrar el sol”, comentó el director. Las escenas del audiovisual requirieron que algunas de las principales arterias que atraviesan la congestionada urbe paceña fueran cerradas y para ello se requirió la comprensión de la ciudadanía.
“El público verá algo sorprendente, por primera vez se hace en Bolivia un cine de acción/apocalíptico”, expresó el director.
Los responsables de la hazaña La producción, a cargo de Londra Films, congregó a los mejores técnicos audiovisuales y de arte nacionales; mientras que el reparto incluyó a los experimentados y premiados Juan Carlos Aduviri (También la lluvia), Jorge Ortiz (Cuestión de fe) y Ninón del Castillo (Zona Sur), acompañados por el cruceño Rodrigo Levy, Ana Cardón y la top model y actriz Susy Diab, que se estrenaron en la actuación.
La posproducción la encaró la empresa boliviana Color Monster, apoyada por técnicos argentinos y el sonido por el estudio Proaudio, que debía crear una atmósfera sonora post apocalíptica.
Fuente: Unitel, El Deber
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