EPP, la miniguerrilla que sacude al Paraguay de Cartes


Paraguay moviliza tropas. No cuentan con más de 100 miembros efectivos, pero sus golpes militares han causado un remezón inocultable para la gestión del nuevo mandatario.

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Sus orígenes están en los grupos católicos de izquierda. Adhieren al castrismo y están aliados a las FARC colombianas y al FPMR de Chile. Foto: ARCHIVO.



EL DEBER y Agencias

En 1992 nace en Paraguay una organización guerrillera como brazo armado clandestino del movimiento político Patria Libre. La primera acción fue el intento de robo a un banco en 1997. El nombre de Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) se adoptó en 2008. Se les adjudican decenas de secuestros, 28 asesinatos y una veintena de ataques con destrucción de propiedad estatal y privada. El Gobierno los califica de "criminales terroristas". Han modificado la agenda política de Paraguay y la del Gobierno de Horacio Cartes.

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El Banco Nacional de Fomento de Choré se salvó de una gavilla de topos, rezaba el título de una noticia publicada por el diario Última Hora, en su edición del martes 16 de diciembre de 1997, enviada por el entonces corresponsal en San Pedro, Cristino Peralta, desde la ciudad de Choré, a 230 kilómetros al norte de Asunción.

La información pasaba casi desapercibida entre las muchas noticias y narraba que agentes de la Policía habían logrado "desarticular una banda de asaltantes que tenía por objetivo robar dentro de la sucursal del BNF de Choré".

Habían alquilado una vivienda frente al local del banco, por un millón de guaraníes.

"Dentro de una de las habitaciones comenzaron a cavar un túnel, que ya estaba llegando a la muralla que rodea al edificio bancario", decía el reporte periodístico.

Detuvieron a una mujer, Carmen María Villalba Ayala, de 26 años, y a Alcides Omar Oviedo Brítez, Gustavo Lezcano, Lucio Silva y Pedro Maciel Cardozo. Antes habían capturado en las afueras del pueblo a Gilberto Chamil Setrini, cuando transportaba en auto las bolsas con tierra extraída del pozo.

"En la vivienda se encontró todo un arsenal. Se cuentan dos pistolas 9 milímetros, con 24 cartuchos; una escopeta Winchester calibre 12, con 50 cartuchos; además de pelucas, extractores de aire y luz a batería", agregaba, con el dato de que ese fin de semana el Banco iba a recibir 700 millones de guaraníes para pagar sueldo a jubilados, excombatientes y maestros.

Ni el corresponsal ni los policías sabían entonces que los detenidos no eran parte de una banda de asaltantes comunes, sino de una pretendida organización guerrillera clandestina que comenzó a formarse cinco años antes, en una reunión secreta en Asunción y que, con aquel frustrado primer golpe, buscaba recaudar fondos "para financiar la lucha armada".

Menos podían imaginar que de aquel grupo inicial surgiría la banda armada más esquiva y mortífera, que a partir de 2008 se haría llamar Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), manteniendo en jaque a las fuerzas de seguridad durante al menos cuatro gobiernos sucesivos, hasta la actualidad, en medio de una cíclica discusión mediática acerca de su verdadera identidad, sus fines y objetivos, mientras iban causando a su paso un largo reguero de sangre y pólvora.

Católicos de Patria Libre

"El EPP es un desprendimiento de Patria Libre. Nos iniciamos allí y formamos el brazo armado. Siempre fuimos de Patria Libre, por más que fuimos negados públicamente por los dirigentes del partido", admitió una de las fundadoras y principal dirigente del grupo armado, Carmen Villalba, en una entrevista que concedió a Mina Feliciángeli, directora de Radio 1000, en enero de 2012.

Fue la primera vez en que Villalba -presa en el penal de Mujeres del Buen Pastor, condenada a 18 años de prisión por el secuestro de María Edith de Debernardi, ocurrido en 2001- aceptó dar detalles sobre los orígenes del grupo armado. Para lograr la entrevista, Feliciángeli tuvo que librar una larga batalla judicial hasta obtener la autorización de un juez.

La versión brindada por Carmen coincide con testimonios que el diario Última Hora recogió de otros fundadores, entre ellos Pedro Maciel Cardozo, que participó del intento de robo al Banco de Choré y, tras salir de la cárcel, se separó del grupo. Maciel, junto con Alcides Oviedo y Gilberto Setrini, habían ingresado al Seminario de la Congregación del Verbo Divino, siendo aún adolescentes, provenientes de familias campesinas, a mediados de los años 80.

Vínculos con Chile

La Fiscalía tiene registros de que Alcides Oviedo y Carmen Villalba realizaron viajes de incógnito a Chile, en 1995 y 1996, presuntamente para tomar contacto con combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, con quienes supuestamente realizaron su primer entrenamiento en guerrilla urbana y rural.

Para recaudar fondos se planificó el robo a la sucursal del Banco Nacional de Fomento, en Choré, en 1997, pero el operativo fue descubierto por la Policía y seis de los miembros terminaron presos durante dos años.

En su libro Programa Político del Ejército el Pueblo Paraguayo, escrito desde la prisión, el principal ideólogo Alcides Oviedo -a quienes los miembros del grupo denominan su Comandante en Jefe-, sostiene que el EPP se fundó con ese nombre el 1 de marzo de 2008, día de aniversario de la muerte del Mariscal Francisco Solano López, a quien consideran su principal héroe militar inspirador

Análisis   

Un golpe que cambia la agenda

Marta Escurra – Analista Política  (Desde Asunción)

Cuando el presidente Horacio Cartes se prestaba a priorizar en su agenda el tema de las inversiones extranjeras en el Paraguay, el autodenominado grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) irrumpía con un ataque asesinando a cinco hombres, uno de ellos policía, en Tacuatí, norte de la capital.

Horas antes de la arremetida, Cartes ofrecía todo tipo de garantías a unos 500 empresarios paraguayos y extranjeros para que dejaran su dinero en negocios legales dentro en el país. Pero el EPP obligó al mandatario a que diera un giro de timón y cambiara del campo inversor al de seguridad.

El EPP no es un tema nuevo en Paraguay y la manera negativa en que afecta a la seguridad interna y a la imagen internacional, tampoco. El asunto es que como está focalizado en una zona específica del Paraguay (en Concepción, Amambay y San Pedro, al norte de Asunción), no existe una política específica y clara de cómo encarar su erradicación.

Ante este escenario, la salida más rápida que encontró Cartes fue presentar un proyecto de modificación de la Ley 1337, que entre otras cosas pedía dar mayores facultades a los militares habilitándola a utilizar la fuerza, cosa que hasta ahora era potestad solo de la Policía.

El presidente paraguayo logró la rápida aprobación del Parlamento. Ahora, los uniformados de verde rastrillan la zona buscando terroristas.

Sin embargo, dar mayores poderes a las Fuerzas Armadas puede significar un cheque en blanco para volver al autoritarismo, sistema que tanto daño ha causado a Paraguay, esta interpretación de los sectores de izquierda puede sentar un antecedente negativo para Cartes. Por el otro lado, la derecha está contenta y apoya la medida. La manera en que el nuevo presidente maneje el problema del terrorismo determinará  su agenda país. Pues sin seguridad no hay posibilidades de inversiones ni de desarrollo. Y en esas condiciones difícilmente el país pueda salir del atraso que él tan vehementemente había prometido erradicar en sus discursos de campaña electoral 

El secuestro de cubas llevó a las FARC

Correos electrónicos encontrados durante la investigación el 2006 por el asesinato de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas que fuera ejecutada por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), han arrojado nueva información acerca del crecimiento de las actividades terroristas en Paraguay.

La Fiscalía Federal ha confirmado que el EPP recibió entrenamiento impartido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tanto a nivel local como en Colombia.

Los fiscales basan sus afirmaciones en correos electrónicos recibidos por sus contrapartes en Colombia que hacen referencia a la expansión de las FARC en el cono sur.

Los correos fueron encontrados durante una investigación llevada a cabo en 2006 en conexión con el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas.

El nombre de Rodrigo Granda, ampliamente conocido como líder de las FARC y apodado "el canciller" se menciona en los correos, así como el nombre de Raúl Reyes, segundo al mando del grupo guerrillero y que fuera muerto en una redada ocurrida el 1 de marzo de 2008.

“En el caso Cecilia hay dos órdenes de detención dictadas contra miembros de las FARC", refiere Osvaldo Cáceres, periodista paraguayo especializado en secuestros. "Esto se ratifica con el archivo que tenía Reyes en el cual se observa que había apoyo logístico por parte de la guerrilla e inclusive formación en los campos de Colombia”.

Antecedentes del grupo guerrillero  

Los secuestros más grandes

1 El primer golpe exitoso del EPP se produce el 16 de noviembre de 2001: el secuestro de María Edith Bordón, esposa del ingeniero Antonio Debernardi, hijo de uno de los hombres más acaudalados y poderosos durante la dictadura de Alfredo Stroessner.

2 Bordón fue liberada el 19 de enero de 2002, tras el pago de rescate de un millón de dólares.

3 El EPP está acusado de llevar en su haber por lo menos 27 secuestros, entre 2005 y 2009, entre ellos el de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas Grau. Cubas fue asesinada y su cuerpo fue hallado en febrero de 2005.

4 El EPP secuestró al ganadero Fidel Zavala en octubre de 2009, antes de dejarlo en libertad en enero de 2010.

5 Horacio Cartes alertó que les dará batalla y que no modificará su agenda por las acciones guerrilleras.

Análisis  

Bolivia y Paraguay,

“De un pájaro las dos alas”

José Rafael Vilar – Analista Político

Los hermosos versos con que la poetisa puertorriqueña  Lola Rodríguez de Tio describió a Cuba y a Puerto Rico, pueden también servir para Bolivia y Paraguay por las muchas cosas que los unen: fuerte presencia de las Misiones Jesuíticas; su grito de independencia es muy cercano: Bolivia (1809) y Paraguay (1811); aunque el de-sarrollo independiente fue por caminos diferentes, ambos sufrieron el cercenamiento de vastos territorios por sus vecinos en el siglo XIX; intereses foráneos provocaron la Guerra del Chaco; los dos fueron gobernados por reiteradas dictaduras militares; Paraguay y Bolivia vivieron el fenómeno de las guerrillas entre 1960 y 70; sufrieron el Plan Cóndor; ambos —por diferentes vías y desde distintas concepciones— buscan afianzar su desarrollo socioeconómico y mejorar sus condiciones de vida.

Sin embargo, a pesar de ello y de la real afinidad entre ambos pueblos por diferencias circunstanciales —como la Guerra del Chaco— no pudieron desunirlos, actualmente existe un gran desconocimiento mutuo y la integración entre ambos —cercanos pero también muy distantes— sigue siendo una asignatura pendiente.

Hoy, a los retos comunes de crecer económicamente para afianzar y hacer sostenible sus desarrollos económicos y superar la pobreza, se suma la necesidad de detener el narcotráfico y la consolidación de zonas rojas para prevenir foráneos grupos terroristas y cárteles del narcotráfico.

Los recientes hechos violentos en Tacuatí alertan de la potencial penetración de grupos violentos —como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en estrecha relación con el EPP— en zonas de conflicto en cualesquiera de ambos países, en vínculo con la producción y comercialización de droga. La prevención de este comercio ilícito y medidas eficaces y sostenibles contra la pobreza son las mejores armas.