Hace falta un líder indignado en Bolivia

Roberto Méndez Herrera*indignadosAristóteles, el legendario filósofo de la antigüedad cuando escribía sobre la doctrina y la esencia misma de la política decía que: «la política es el arte de llegar al poder… y procurar la felicidad de sus conciudadanos» una vez ha recibido la confianza de quienes lo eligieron.Hasta entonces no se hablaba de la política como una ciencia, porque esta surge en la edad moderna. Fue sin embargo, el italiano Nicolás Maquiavelo cuando le daba consejos al príncipe de Médicis, que le agregó la segunda parte del concepto: la política no solo es el arte de llegar al poder, sino también cómo mantenerse en él.De ahí que, aunque Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye el concepto de «el fin justifica los medios».De ahí que, muchos gobernantes que una vez están han llegado al sitio privilegiado de mandar creen que el sillón del poder en el que están sentados le pertenece para toda la vida.Y como el fin justifica los medios, es decir empernarse en el poder o llegar al poder, se han observado, en la historia de Bolivia, cada situación como cuando Jaime Paz Zamora, líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) dijo que con Acción Democrática Nacionalista (ADN) del exdictador y aspirante a demócrata Hugo Banzer «nos separan ríos de sangre», pero luego terminaría aliándose para cogobernar juntos y pelearse por pegas, como Caín y Abel.Pues bien, la introducción sirve para que miremos las elecciones generales del 2014 y las de gobernadores y alcaldes el 2015 y miremos qué hay de nuevo bajo el sol.Y la respuesta es simple y sencilla, no hay nada.Tenemos a los mismos caudillos de hace 10 o 20 años y si Víctor Paz Estenssoro viviera, podría aspirar una vez más a cinco años de gobierno, aunque todos sabemos que por atrás habrá gente, todo un gran equipo, dirían, que al final serían quienes terminarían gobernando.Como ocurre ahora con el alcalde Percy Fernández a quien no le desconocemos de ninguna manera su gran aporte a Santa Cruz y la transformación de vetustas escuelas por modernos módulos educativos o el pavimento que llega hasta a los barrios más alejados. Pero que por su edad debería estar pensando en descansar, aunque pienso que si candidatea puede ganar de nuevo, pues sabemos que puede ir aliado con el Movimiento al Socialismo, pues como decía Maquiavelo llegar al poder es solo el principio, mantenerse es la tarea más dura de un gobernante.Sus seguidores lanzaron un globo de ensayo este 6 de agosto en el desfile patrio cuando salieron con sus poleras verdes de «Percy Alcalde». Y fue precisamente en el festejo de los 188 años de fundación de Bolivia en el que, con sus caras pintadas de chiquitanos, para identificarse como cruceños, que surgieron unos jóvenes con su letrero de «indignados» en el pecho, protestando por los resultados del Censo 2012, en el que de la noche a la mañana, entre enero y julio del 2013 desaparecieron 300 mil habitantes de Bolivia y más de 100 mil de Santa Cruz.Obviamente que a nadie le gustaba tremenda interpelación al poder. Por eso fueron reprimidos por agentes policiales que a rastras los sacaron del desfile.En principio yo pensé que el movimiento era tal vez de la Gobernación, pero no, después terminaron quejándose que el Gobernador no movió un dedo cuando los reprimían.Poco después se conoció que ese es un movimiento ciudadano parecido a los que han nacido en Estados Unidos, África y Europa y que han sido capaces de sacudir las viejas estructuras del poder.Egipto, Siria, Libia, han sido los últimos en experimentar la fuerza de los movimientos ciudadanos que se han iniciado, a veces porque querían construir un centro comercial en un parque.Y es que ahora la tecnología está a favor de los ciudadanos de a pie, basta mandar un mensaje por Facebook o Twitter o cualquier red social para multiplicar la protesta.Pero, concluimos que hace falta fortalecer esos movimientos ciudadanos y es necesario que de ahí emerja un líder que quiera gobernar este país, «escuchando verdaderamente al pueblo». Estamos a tiempo todavía.*Periodista y abogadoEl Día – Santa Cruz