Ya sabíamos que, según el mandatario cocalero, los pueblos indígenas de América lucharon contra el imperio romano.Ahora, el “Jefazo” vuelve a ilustrarnos, esta vez sobre un capítulo de la historia boliviana como es la nacionalización de la minería, relevante para bien o para mal.Según el presidente, devenido súbitamente en historiador revisionista, la citada medida no fue resultado del MNR ni del trotskismo, a los que niega todo protagonismo en ese proceso.Habrá que sumar la curiosa tesis presidencial al frondoso acervo de teorías sobre asuntos tan disímiles como la gastronomía del “pollo transgénico” y las causas de la homosexualidad, la plomería con gaseosas imperiales o las raíces capitalistas del cambio climático, sin olvidar la geografía no euclidiana que sitúa a la ciudad de Ginebra en España o la militancia socialista de Jesucristo.Estamos en el terreno del caudillismo mágico, donde el líder providencial reinterpreta la realidad a su gusto, entre el aplauso de los cortesanos que festejan estos chisporroteos de ignorancia con tal de seguir gozando las mieles del poder…[email protected]