Los reos juveniles fueron trasladados ayer a la exgranja de Espejos, donde hay la infraestructura y un equipo profesional para rehabilitarlos. El hecho fue calificado de histórico por autoridades.
Nueve internos jóvenes de la cárcel de Palmasola, de entre 16 y 25 años, condenados por diferentes delitos, inauguraron ayer el Centro Piloto de Justicia Penal Juvenil Nueva Vida Santa Cruz (Cenvicruz), exgranja de Espejos, situada en el municipio El Torno, a unos 44 kilómetros de la capital cruceña.
Con el traslado de estos reclusos se abre una nueva era en el sistema carcelario de Bolivia, puesto que contar con personal profesional en el recinto apuntalado con una infraestructura adecuada, equipos modernos de seguridad y un sostén económico anual de Bs 5 millones, no tiene parangón en el país, según coincidieron Sergio Serrate, director de Cenvicruz, y Ramiro Llanos, director nacional de Régimen Penitenciario, que calificó de histórico el traslado.
Una larga jornada
Once internos debían ir al centro ayer, pero solo nueve estaban listos, pues dos confrontaron problemas con sus documentos. El viaje estaba previsto para las 10:00, pero, según Llanos, la Policía puso trabas en la Gobernación del penal y demoró la partida hasta las 13:40.
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Los privados de libertad, con sus pertenencias, abordaron un micro con escoltas policiales e hicieron el recorrido de 44 kilómetros sin contratiempos hasta la exgranja, cuya ruta es transitable, aunque con obstáculos, ya que hay que cruzar siete lechos pedregosos de ríos del lugar.
Parientes de los relocalizados quedaron tristes fuera de Palmasola, excepto una familia que siguió el micro de los presos en un auto pequeño para ver a un joven condenado a 15 años, que escogió irse a Cenvicruz para rehuir al peligro del penal más poblado del país. Al reformatorio solo se puede entrar en vehículo con doble tracción, pero esta familia se arriesgó en los riachuelos empujando un par de veces el auto hasta llegar al recinto, donde los jóvenes fueron registrados uno a uno y luego instalados en sus dormitorios. “Veo bien que los hubieran traído acá, porque estarán mejor.
Aunque lejos, vendremos a visitar como sea a mi hermano. Temíamos que siguiera en Palmasola por todo lo que ha pasado. Allá no estudiaba, solo se refugiaba en la iglesia”, dijo una joven.
Llanos, emocionado
“Este es un día histórico. Tenemos una cárcel de exportación, con todas las normas internacionales. Estábamos buscando desde hace mucho tiempo que las cárceles sean manejadas por expertos en ciencia de la conducta y Cenvicruz logrará esto porque será manejada por civiles para que los internos mejoren su vida y tengan una segunda oportunidad”, dijo Llanos casi con lágrimas en los ojos
POR DENTRO
LA EXGRANJA
Cenvicruz es un recinto cerrado de cinco hectáreas, con salones de dormitorio, un hospital, canchas, talleres, biblioteca, baños, comedor y otros ambientes.
Seguridad
El centro cuenta con un centro de monitorización de las 40 cámaras instaladas en distintos puntos. Seis policías se quedaron a hacer seguridad externa.
PERSONAL
Según el director de Cenvicruz, 35 profesionales, entre sicólogos, trabajadores sociales y médicos, atenderán a los reos.
AUTOSUSTENTO
Los internos producirán verduras, hortalizas, arroz y otros.
Televisión, como premio
Solo los reos de buen comportamiento verán programas de Tv.
Palmasola alberga aún a 1.600 juveniles
Ramiro Llanos, director nacional de Régimen Penitenciario, informó de que en la cárcel de Palmasola hay 1.600 privados de libertad en edades comprendidas entre los 16 y 25 años.
De acuerdo con la autoridad, la mayoría no tiene sentencia ejecutoriada, por lo tanto es difícil relocalizarlos en centros como Cenvicruz, además que el sistema carcelario de Santa Cruz no cuenta con recintos similares a la exgranja de Espejos.
Llanos indicó que el plan inicial de Régimen Penitenciario y de la Gobernación de Santa Cruz es trasladar a 25 jóvenes y posteriormente se piensa completar el cupo del reformatorio con 140 adolescentes y jóvenes.
Sergio Serrate, director de Cenvicruz, manifestó que el programa de socialización de la Gobernación con los internos menores de 25 años empezó en mayo de este años y considera que ha dado sus frutos con el traslado de los primeros nueve presos.
“No se necesita droga, violencia ni maltrato para recuperar a estos jóvenes. Tampoco nos interesa el delito por el que están privados de libertad”, aseguró Julio Prado, director del penal de Kalahuma en La Paz que desde enero trabajará en Cenvicruz.
Fuente: PAT, El Deber
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