Los agentes han desalojado de madrugada la plaza de la Independencia usando porras y granadas aturdidoras
Un herido en la dispersión de la protesta, en Kiev. / SERGEY DOLZHENKO (EFE)
Decenas de personas han sido detenidas y presentan traumas y golpes de distinta consideración a resultas de la carga de las fuerzas antidisturbios, las BERKUT, que a las 4.30 de la madrugada del sábado han disuelto con brutalidad el mitin permanente que se celebraba la plaza de la Independencia de Kiev. El mitin, que había sido bautizado como euromaidan (europlaza), tenía como objetivo afirmar la voluntad proeuropea de Ucrania y presionar al presidente Víctor Yanukóvich para que firmara el tratado de Asociación con la UE, algo que finalmente no hizo ayer en la cumbre que celebró la UE en Vilna (Lituania) con sus vecinos del este.
Perseguidos por la policía, los manifestantes dispersados, buena parte de los cuales procede de otras regiones de Ucrania, huyeron por las calles de la ciudad y acabaron buscando refugio en una iglesia situada en el recinto del monasterio de San Miguel, adonde la policía no se atrevió a entrar.
El número de heridos se calcula en una cuarentena de personas que sufren las consecuencias de los porrazos propinados por la policía en su operación de “limpieza” de la plaza. Entre los heridos en distintos incidentes está el periodista de la agencia Reuter, Gleb Garanich, que fue golpeado en la cabeza. La policía empleó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra los manifestantes.
Los detenidos, que se calculan en 46 personas, fueron en parte hospitalizados, en parte liberados y en parte retenidos en las dependencias policiales.
A mediodía, los manifestantes volvían a concentrarse en el lugar, epicentro de la contestación a los últimos movimientos prorrusos de Yanukóvich.
En Twitter, el embajador estadounidense en Ucrania, Geoffrey Pyatt, ha condenado la «violencia contra manifestantes pacíficos», informa AFP.
La oposición proeuropea ha pedido la salida del presidente Yanukóvich y la celebración de elecciones anticipadas, y se plantea convocar una huelga general en todo el país. Representantes de la oposición tienen previsto reunirse este sábado con los embajadores de la UE. «Nos dirigimos a nuestros socios occidentales: el tiempo de las discusiones se ha acabado», ha declarado Arseni Yatseniuk, líder del partido Batkivshina (Patria).
La icónica plaza de la Independencia fue escenario hace nueve años de la llamada entonces Revolución Naranja, una revuelta contra el fraude electoral ebn las elecciones presidenciales de 2004, ganadas oficialmente por Yanukóvich, pero impugnadas por el prooccidental Víktor Yúshenko, quien finalmente se hizo con la presidencia tras repetirse los comicios.
Aunque las protestas se han venido sucediendo desde hace unos días, la tension entre proeuropeos y prorrusos se elevó en Kiev el viernes, cuando Yanukóvich se negó en Vilna, la capital de Lituania, a firmar un acuerdo de acercamiento a la UE, lo que supone una victoria política de Moscú, que presiona para mantener a Ucrania en su órbita. El mandatario ucranio puso sobre la mesa duras condiciones para compensar el coste que supondría para su país acercarse a los estándares económicos europeos, pidiendo ayudas para capear la crisis y las previsibles sanciones comerciales con las que Rusia respondería al acuerdo. La UE se negó a aceptar esas condiciones y el pacto quedó en el aire.
Fuente: elpais.com