La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) también pide evitar la guerra sucia electoral.
Iglesia alerta que Gobierno impone modelo educativo
ADVIERTE SOBRE “IDEOLOGÍA”.
LOS TIEMPOS
Directivos de la Conferencia Episcopal de Bolivia dan a conocer ayer el mensaje de los obispos del país, a la conclusión de su Asamblea, ayer. Foto Diego Cartagena.
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) advirtió ayer sobre los riesgos de la “imposición” de un nuevo modelo educativo marcado por una “ideología totalitaria”. Además criticó la “persecución judicial” y la demora en la administración de la Justicia.
“(…) Tampoco se puede admitir que la implementación del nuevo modelo educativo esté marcada por una ideología totalitaria que se parcializa e impone, disminuyendo los derechos fundamentales de la sociedad”, señala en una parte el mensaje difundido ayer por la CEB, a la conclusión de la Asamblea de Obispos efectuada desde el pasado jueves 7 en Cochabamba.
“¿Hasta qué punto se respeta el derecho de las familias en la educación escolar de sus hijos?” fue la interrogante que dejaron expuesta en su mensaje los obispos.
Esta ideología totalizante, advirtieron los obispos se plasma también en la opción religiosa de las familias. “Se observa con preocupación que en diferentes materiales se emiten juicios de valor respecto a la opción religiosa (…) contraviniendo lo consignado en la Constitución Política del Estado (Art. 4), que garantiza la libertad religiosa”, dijo el secretario general de la CEB, Eugenio Scarpellini, quien fue el encargado de leer el mensaje.
En el documento, los obispos también reiteraron su preocupación ante la creciente ola de violencia, los asesinatos en Palmasola y Apolo, los linchamientos, el narcotráfico, el descrédito y la retardación de justicia, hechos que afectan a la población boliviana.
“Las cárceles tienen que ser espacios de rehabilitación humana y donde se respeten los derechos (…) tienen que dejar de ser lugares donde campea la ilegalidad y la ley del más fuerte, donde los presos viven hacinados en condiciones infrahumanas”, expresa el mensaje.
Por otro lado, en el mensaje se hace mención como un hecho que reconforta a la Iglesia, los indicadores económicos del país que indican mejores condiciones de vida y de desarrollo en la sociedad boliviana, aunque consideran que “todavía quedan muchos hermanos excluidos de este bienestar”.
Durante esta asamblea, los obispos definieron 10 líneas principales para la labor de la Iglesia en el país en los siguientes años.
La educación, la pastoral vocacional con énfasis en los pobres y marginados, la defensa del no nacido, son algunas de las líneas definidas que marcarán el compromiso pastoral y evangelizador de la Iglesia.
Piden a políticos respeto
Ante la coyuntura electoral y las próximas elecciones generales, el secretario General de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), Eugenio Scarpellini, pidió que las campañas electorales para los comicios presidenciales sean manejadas por los políticos dentro del marco del respeto y la dignidad a las personas.
“Reiteramos, como muchas veces, la invitación a que sean campañas realizadas en el respeto. Evitando lenguajes, actitudes que menosprecien o que vayan en contra de la dignidad de los candidatos (…..) que la ciudadanía esté en plena libertad de conciencia y pueda optar y elegir, eso deseamos”, dijo Scarpellini.
Con respecto a la cantidad de hectáreas de hoja de coca que necesita el país para cubrir la demanda legal, Scarpellini dijo que aguardarán la difusión oficial de los resultados del estudio y pedirán al Gobierno, implementar estrategias de desarrollo humano integral en las zonas donde se cultiva la hoja y programas para sustituir los cultivos de coca por otros productos.
Los obispos piden evitar la guerra sucia electoral
Mensaje. La CEB resalta la situación económica.
La Razón / Cochabamba
La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) cerró ayer su 96 asamblea con un llamado a los políticos del país para que divulguen sus propuestas, orientadas a captar el voto en los comicios del próximo año, respetuosamente y sin llegar a la guerra de insultos.
“Las campañas electorales son parte del quehacer político, por eso invitamos a que sean realizadas en el marco del respeto, limitando lenguajes y actitudes que menosprecien o vayan en contra de la integridad de candidatos”, afirmó ayer el secretario general de la CEB, Eugenio Scarpellini, durante la presentación de las conclusiones del encuentro de obispos.
El prelado subrayó la necesidad de que las campañas sean un escenario ideal para presentar planes y programas “frente a los cuales la ciudadanía, en plena conciencia, pueda optar y elegir”.
Este pedido se ha sumado a un mensaje mucho más amplio que divulgó ayer la Conferencia Episcopal desde Cochabamba, que destacó “los signos alentadores (…) de vida y de desarrollo para el pueblo en general”. Así, los sacerdotes católicos resaltaron la existencia de “mayor liquidez económica, el mejoramiento de los servicios básicos” porque estos factores, junto con los bonos, ayudan a los “sectores más débiles”. Los indicadores, a juicio de la CEB, son el resultado de las “reformas estatales” de los últimos años.
El documento también exteriorizó su preocupación por la “creciente ola” de violencia, los asesinatos ocurridos en Palmasola y Apolo, los linchamientos, la amenaza a la vida de los no nacidos, el narcotráfico, el alcoholismo, la violencia intrafamiliar, las violaciones y la falta de una justicia equitativa e imparcial.
Según Scarpellini, el documento contempló “un abanico de hechos que preocupan y atentan la dignidad y la vida de la persona, y afectan a la vida de una comunidad”. Sin embargo, el mensaje ha pedido “no dejarse envolver por el pesimismo y la desesperanza”, y por eso “exigió trabajar decididamente por la vida, la justicia y la valoración del ser humano y su dignidad”, remarcó el prelado.
Declaración de la 96 Asamblea
Positivo
“Los signos alentadores indican mejores condiciones de vida y de desarrollo (…) son el resultado de reformas estatales”.
Negativo
La CEB lamentó la tendencia creciente de la violencia en el país. Le preocupa el narcotráfico y el alcoholismo que dañan a la dignidad humana.