El Presupuesto General del Estado 2014 preparado por el gobierno contempla varias partidas que suman aproximadamente un 11% del total de fondos públicos, mismas que son destinadas a viáticos y viajes del presidente y otros altos funcionarios.
Cuando estamos a punto de entrar a un año electoral, surge la legítima sospecha de que estas partidas tengan el propósito de apoyar la campaña del partido oficialista, solventando con fondos estatales el desplazamiento de los candidatos gobiernistas.
De esta manera, se termina de configurar toda una batería de medidas tendientes a poner al Estado al servicio del proyecto reeleccionista del Movimiento Al Socialismo.
Recordemos, por ejemplo:
-La desvergonzada utilización de los medios de comunicación estatales como órganos de propaganda del oficialismo.
-El uso de los funcionarios públicos para tareas de campaña, punto instruido por el presidente Evo Morales, quien ordenó destinar solo el 50% del tiempo a la gestión, empleando el otro 50% para el proselitismo político.
-La posibilidad de “pedirle” a los funcionarios la mitad del doble aguinaldo para la campaña, como ya lo sugirió la regional del MAS en Tarija.
Estamos ante un ostensible “ventajismo electoral” al que debe sumarse la cooptación del árbitro: el obsecuente TSE, cuyo vicepresidente incluso ha sido visto en actos del partido oficial en El Chapare…