Gonzalo Maldonado Rojas*
Nuestro país hoy dispone de recursos económicos de magnitud, inédito en las últimas cinco décadas, y diez veces más de lo que tenía hasta el año 2003, como resultado de diferentes factores como son mayor demanda de materias primas por países emergentes, y principalmente precios expectantes de recursos naturales no renovables como minerales, hidrocarburos y la producción agrícola que se genera principalmente en el oriente boliviano.
Al momento, nuestro país no está aún industrializando estas materias primas, principalmente los hidrocarburos, es decir transformación, que le permita convertirse en exportador de productos con valor agregado.
Como consecuencia, y con los riesgos de depender del mercado externo, es momento de plantear una reflexión muy profunda, cómo utilizar estos recursos que hoy recibe el Gobierno, según informes del Banco Central, los ingresos son del orden de 3.000 millones de dólares y reservas internacionales de 13.000 millones, sin embargo, no perder de vista que nuestra deuda interna más la externa suman un monto aproximado de 5.000 millones de dólares.
El Gobierno ha planteado la Agenda 2025, con una gran cantidad de dinero para inversión en proyectos, como dotar de agua a todos los bolivianos, integrar a todo el país, en fin obras que deberán ser responder a una planificación ordenada y priorizada, de lo contrario Bolivia habrá perdido la oportunidad de disponer esas reservas y no haber utilizado inteligentemente esos recursos económicos, creando fuentes de empleo permanente, buscando desarrollo y bienestar para los bolivianos.
En primer término, los ingresos deberían ser utilizados de forma eficiente y eficaz para resolver los problemas del ciudadano en salud, educación, saneamiento básico, segundo crear infraestructura productiva que responda a una verdadera planificación estratégica con prioridades, como fruto de la investigación, en concordancia con la preservación del medio ambiente y respeto a los recursos naturales.
Bolivia necesita generar cuadros de profesionales de alto nivel competitivo, si vale el termino, nacionalizar la tecnología, para este objetivo, el ejemplo es de los países emergentes como son Corea y la India, por lo que el Estado debe enviar anualmente centenar de profesionales en los sectores estratégicos de la economía de Bolivia, que permitan disponer de técnicos para lograr un desarrollo sin depender de los países altamente industrializados, desde luego acompañado de “centros de investigación e innovación tecnológica”, es más, existen recursos económicos suficientes para esta inversión con alta rentabilidad, en la “formación de recursos humanos competitivos”.
Por otra parte, un diagnóstico en el caso de los proyectos de ingeniería en ejecución, el resultado y que es de conocimiento de todos los bolivianos, en un 90% están observados, desde la falta de mayores estudios, deficiencia en su diseño, presupuestos inapropiados que se duplican al concluir la obra, plazos de ejecución teóricos, y finalmente falta de calidad, de donde resulta que la inversión no ha dado respuesta a la necesidad de crear adecuada infraestructura de calidad en su amplio concepto.
Por lo tanto, los RETOS para los ingenieros bolivianos en el plan de la Agenda 2025 planteada por el Gobierno, son:
1. Influir en el Sistema Educativo y la Universidad Boliviana tanto Estatal como privada, revolucionar la formación de profesionales competitivos, con responsabilidad social como respuesta a la demanda y necesidades del pueblo boliviano,
2. Promover la creación de un Ministerio de Investigación e Innovación tecnológica,
3. Incorporarse a la tarea de crear desarrollo y progreso para el pueblo boliviano participando en primer lugar de forma técnica y cultivando valores,
4. Actuar éticamente como establece la Ley 1449, del Ejercicio profesional del ingeniero,
5. Aplicar la ingeniería con la mayor responsabilidad, generando proyectos aplicando toda la tecnología actual y dinámica, con la más alta eficiencia, optimizando el uso de recursos, tal que éstos se ejecuten en plazo, presupuesto y calidad.
6. Por mandato de la Ley 1449 y la Constitución Política del Estado
a. la Sociedad de Ingenieros y sus Colegios tienen el deber de realizar el Control Social, velando por la eficiencia en el uso de los recursos económicos que hoy administra el Gobierno.
b. Pronunciarse sobre la problemática de la situación de proyectos de ingeniería,
c. Pronunciarse sobre las políticas públicas en torno a la minería, hidrocarburos, la producción agrícola, y un tema del que no nos podemos abstraer,
d. Pronunciarse con relación a la solución de la salida soberana a las costas del Océano Pacifico.
Esperamos que este llamado sea asumido también por el conjunto de los profesionales de Bolivia.
Cochabamba, 28 de noviembre de 2013.
*Ingeniero Civil
Congreso Nacional Ordinario de la Confederación de Profesionales de Bolivia