Saqueadores autorizados

Humberto Vacaflor Ganam

VACAFLOR OK Que Nicolás Maduro no es muy despierto, lo dice su mirada. Y se lo dijo de frente el presidente Evo Morales, cuando, en vida de Hugo Chávez, lo saludaba: “Hola ministro inmaduro”.

No ha sido aprobada por el parlamento venezolano la Ley de Habilitación, con la cual tendrá carta blanca para hacer y deshacer, pero él no podía esperar.



Mandó a saquear los comercios y anuncia que su gobierno está elaborando un sistema de cálculo para fijar los márgenes de ganancia que podrán tener los comerciantes.

En las primeras horas de este anuncio surgió una discrepancia: un dueño de supermercado dijo que el gobierno ofreció que autorizaría 40% de ganancia pero el gobierno decía 30%.

Muy torpe el huérfano de Hugo Chávez. Si hubiera consultado con el boliviano que hacía burla de su apellido y le llamaba “inmaduro”, hubiera hecho las cosas con un poco más de cuidado: como en Bolivia la nueva Ley de Bancos, por ejemplo.

Es exactamente lo mismo, pero sin saqueo. Los bancos bolivianos recibieron autorización para tener un cierto margen de ganancia, que será fijado por el ministro que presume de ser el más inteligente del régimen.

El torpe de Maduro hubiera hecho asaltar los bancos y luego les hubiera informado sobre los márgenes de ganancia, el “spread” que le dicen.

No es obligatorio ser tan torpe. Tan inmaduro.

Chávez se murió creyendo que él enseñaba a su pupilo boliviano. No tuvo tiempo de enterarse que el control de los medios que él hizo en Venezuela fue grosero, torpe y, lo peor, incompleto. Si hubiera acudido a los taimados pero muy hábiles maestros del altiplano, hubiera sabido que los medios se controlan de otra manera, aparentemente menos dolorosa. Pero muy eficiente. Es cuestión de autorizar el uso de recursos de origen oscuro y comprar los medios.

Ahora, Maduro está en un berenjenal. Controlar el comercio es una tarea imposible. Nadie, jamás, lo ha logrado, en ninguna parte.

Muy cerca de allí, en una isla en forma de caimán, miran hacia Venezuela con preocupación. Son 120.000 barriles/día de petróleo donado que están en riesgo de perderse. No quisieran que estos otros donantes se mueran, como pasó con la URSS. Se dice que estarían tomando sus previsiones.

Alma bendita, pero hay que preguntarse ¿qué quiso hacer Chávez de su país cuando eligió a Maduro como su sucesor? Él era un Einstein en comparación con el que dejó.