El ‘verde olivo’ entra con sangre en medio del temor; DDHH: la violencia es sistemática

Bolivia. Testimonios apuntan a los abusos diarios. Denuncian una veintena de castigos. DDHH señala que la violencia castiga a la sociedad y a las familias de policías. Hay temor en denunciar los malos tratos. Se percibe discriminación.

image El 18 de noviembre, la cadete Cinthia Poma falleció en circunstancias aún no aclaradas. Foto. AFKA.



EL DEBER, Bolivia

“El verde olivo entra con sangre” y “el perfume de un policía es el gas lacrimógeno”. Esas son las consignas usadas en las escuelas y academias policiales. Detrás de esas frases se justifican los abusos a los cadetes y subalternos a nombre de la disciplina policial, que persiste en la vida profesional.

Las consecuencias son extremas: desde el complejo moral  hasta la pérdida de la vida, como la cadete de tercer año Cinthia Poma, que falleció el 18 de noviembre en la Academia Nacional de Policías (Anapol), supuestamente por la falta de asistencia médica, luego de una prolongada sanción física.

Ante una extremada reserva por el miedo a la represalia y con la ayuda de abogados, asambleístas y padres de familia, EL DEBER accedió a historias de cadetes y policías en servicio víctimas de estos abusos.

Además de la instrucción propia de un policía en formación, son diarios los castigos para los subordinados por haber llegado tarde a la fila, por no vestirse a tiempo, por aplazarse, por ser el último en la carrera, por caerse, por enfermarse o por querer ser policía.

“Nos despiertan en la madrugada con fusiles y nos llevan al CAR (Centro de Alto Rendimiento) o al Picadero (patio principal). Nos hacen dar vueltas hasta no poder. Algunos se desmayan. No podemos decir nada porque nos arrestan, nos cogotean o nos humillan gritándonos que somos maricas”, contó un cadete de la Anapol.

“A nombre de la disciplina y doctrina, siempre nos han abusado ya sea en las academias de formación o en nuestras unidades operativas”, lamentó el dirigente de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (Anssclapol), Javier Quispe.

Hay una lista de castigos que sufren los estudiantes que es aplicada -al parecer- por los instructores. Las gasificaciones, las ‘jaripeadas’ o bastonazos son constantes. En algunos casos, los subordinados tienen que agradecer por la paliza recibida. Las duchas en la mañana son frías y en la noche, cuando tienen agua caliente, están ocupados arreglando su uniforme o limpiando sus zapatos. Un estudiante denunció que los obligan a botar sus grados o los plantonean por varias horas, encierran o arrestan.

Pero no todos son sancionados de la misma manera. Los ‘apadrinados se salvan’. “Los instructores los sacan de las filas cuando somos chocolateados. Los que apellidamos Quispe estamos jodidos. Peor si venimos del campo”, contó otro.

“Nos hacen llorar por todo lo que nos dicen de nuestro origen”, relató otro con recelo.

El abogado Franklin Gutiérrez contó que dentro de la Anapol “algunos cadetes fuman marihuana para aguantar los ejercicios físicos y el estudio, porque si llegan a aplazarse los botan”. Apuntó que su reglamento “es inconstitucional  porque vulnera el derecho a la defensa”.

El comandante de la Policía, Alberto Aracena, dijo estar tomando medidas para hacer respetar los derechos humanos dentro de la institución

Las denuncias

La escuela del matonaje

Así la calificó la asambleísta del MAS Benancia Gutiérrez por el constante maltrato que reciben los cadetes.

POCO CONTROL DEL ESTADO

Abogados lamentan el poco control de parte del Estado en el interior de la enseñanza policial. Denuncian que el sistema es totalmente obsoleto.

Ordenaba aplazar

Se denunció que un director de estudios mandaba a aplazar a los cadetes sin un justificativo.

Consumo de marihuana

El fiscal general, Ramiro Guerrero, dijo que se investigará el consumo de marihuana.

SE CUESTIONA LA ATENCIÓN EN SALUD Y LA ALIMENTACIÓN

Según un cadete, los estudiantes de primer año de la Academia de Policía (Anapol) no tienen derecho de alimentarse bien porque primero comen los superiores, pese a que sus padres pagan hasta Bs 6.000 por su comida en la institución.

“De desayuno nos dan agua con pan. Los de primer año, si se acaba el pan, solo nos dejan té y no podemos comprar nada. Al mediodía tenemos que esperar que coman los superiores y a los subalternos nos dejan la sobra”, declaró.

La asambleísta del Movimiento Al Socialismo (MAS) Benancia Gutiérrez, que sigue el caso de la muerte de la cadete Cinthia Poma, tiene similar información. “Todos los días es ají de panza y arroz”. La diputada, que viene siendo amenazada por sus denuncias, contó que el socorro de Bs 60 que les da el Estado nacional no lo reciben los cadetes.

Por su parte, el diputado del MAS Ever Moya lamentó que no exista un médico permanente y que esa hubiera sido una de las causas por la muerte de Poma. “El médico desaparece casi todo el día y solo hay enfermeras. En Sanidad solo hay amoxicilina. Esa es la denuncia que recibimos”, declaró.

Para DDHH, la violencia es sistemática

Una diputada pide tratar el caso como un problema institucional.

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El Comandante de la Policía cree que el caso de Poma es aislado. Foto: APG Noticias

Para la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) es una preocupación esta forma sistemática de violencia en las instrucciones de las entidades policiales o militares porque se refleja en la atención de conflictos sociales, en los módulos policiales y hasta en la familia.

“Es el caso de la intervención de la VIII marcha indígena en la localidad de Chaparina, porque la violencia reproduce violencia. Se ve violencia en los módulos policiales, pero esto va más allá; en lo más cotidiano, como en la vida familiar. Se lo puede ver en la muerte de la periodista Analhí Huaycho (muerta por su esposo policía)”, dijo Pamela Ledezma, de la secretaría Jurídica de la Apdhb.

Por su parte, la diputada de Unidad Nacional Elizabeth Reyes lamentó que las autoridades quieran manejar estos temas como casos aislados, cuando “se debería asumir que son prácticas institucionales y actuar en ese aspecto”.

“Deberían revisarse los currículos con una visión de garantizar los derechos fundamentales”, sostuvo.

El abogado de la familia de la cadete Cinthia Poma, Wilson Echave, manifestó estar dispuesto a coordinar con las instituciones llamadas por ley para garantizar la integridad física y dar protección a los cadetes que quieran denunciar los excesos en la Anapol

Fiscalía cita a 15 uniformados entre cadetes e instructores

La Fiscalía ha citado a más de 15 cadetes e instructores de la Academia Nacional de Policías (Anapol) para esclarecer la muerte de la cadete Cinthia Poma ocurrida el 18 de noviembre.

Así lo informó la fiscal Lizet Zarco, quien forma parte de la comisión que investiga esa muerte en circunstancias hasta ahora poco claras por la falta de un estudio pericial forense.

Mientras tanto, el abogado Eduardo León anunció que iniciará una demanda por incumplimiento de deberes contra los forenses del IDIF por “todo este conjunto de irregularidades”, ya que la entidad no ha permitido una explicación técnica del deceso de Poma

Carlos Romero presentará un informe este miércoles

La petición de informe que se tenía pactada para el miércoles 27 de noviembre fue aplazada para el miércoles 4 de diciembre, cuando Romero deberá responder a 32 preguntas sobre la muerte de la cadete Cinthia Poma, los abusos en la Anapol y el motín de la UTOP cuando denunciaron abusos de sus superiores.

“Tenemos varias denuncias que deben ser respondidas.  Sabemos que hay arrestos, bajas de punto, ‘chocolateadas’ a diario, vuelta al ‘picadero’. Son sanciones diarias al mediodía y a las 18.00”, manifestó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Ever Moya (MAS)