El plan presidencial de obras públicas “Evo Cumple”, cuestionado por su escasa transparencia y por denuncias de edificaciones fantasmas, se enrarece aún más con el extraño caso del aparente suicidio de uno de sus contratistas, que develaría la existencia de toda una red de corrupción al interior de dicho programa.
El ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, bajo cuya cartera se encuentra la tuición del “Evo Cumple”, fue el encargado de transmitirle al país ambas noticias: el deceso del empresario Arturo Cuba en celdas de la FELCC, “ahorcado con cordones de zapatos”, y las actividades de una “organización criminal” conformada por un grupo de empresarios de la construcción que se adjudicaron programas del dudoso plan presidencial.
El hecho de que Quintana, considerado el ministro más influyente del gabinete, fuera quien anunciara los sucesos da cuenta de las dimensiones del caso, que normalmente debería haber sido comentado a la prensa por fuentes policiales.
Pero el asunto se complica ante versiones surgidas desde el propio gobierno, que parecen contradecir lo anunciado por Quintana. Es así que el viceministro de coordinación y gestión gubernamental, Rodolfo Illanes, dice que “no nos convence” el supuesto suicidio.
Llama mucho la atención, también, que el abogado del occiso declarase a un canal de TV que Cuba tenía patrimonio por demás holgado para hacer frente a sus obligaciones, elemento que igualmente debilita la tesis de la autoeliminación.
Todo indica que apenas estamos viendo la punta del iceberg en este tema, donde los cheques o boletas “fantasma” vienen a sumarse a anteriores irregularidades detectadas en el discrecional “programa estrella” de Evo Morales.
¿La salida del Ministro de la Presidencia obedece a un intento del gobierno de “curarse en sano” en un caso que podría tener grandes ramificaciones?
Es posible. Lo cierto es que el testigo clave sobre la red de corrupción en el “Evo Cumple” ya no podrá hacer declaraciones…