Hasta los albergues fueron evacuados porque se anegaron. Los médicos y enfermeras extreman los esfuerzos para atender a los pacientes. El vicepresidente visitó ayer San Ramón y San Joaquín
Este hombre está al frente de la que fue su vivienda. El inmueble resultó destruido por las riadas. Foto:CLOVIS DE LA JAILLE
ROLANDO APARICIO – San Ramón y San Joaquín
La madrugada del viernes, en los albergues de San Joaquín se escuchaban los derrumbes de casas cercanas. “Estábamos con miedo de salir y de quedarnos. Solo nos mirábamos preguntándonos ¿de quién será ese hogar?”, relató en la mañana una profesora que estaba albergada en el parque de San Pedro.
En San Ramón llovió y su único hospital se inundó. Una vez más la actuación de los pobladores evitó un desastre mayor. Los médicos trasladaban a los pacientes a las pocas salas secas que quedaban, seguidos por las enfermeras que hacían lo propio con el equipo médico. En la calle, los hombres embolsaban arena y armaban diques. Por fuera, otros instalaban una motobomba y hacían una zanja para evitar que entre más agua. Luego de horas se contuvo el ingreso del agua.
San Ramón no tiene anillo de contención y solo está en pie uno de sus cuatro barrios. En los otros tres las casas de adobe se están diluyendo mientras el agua sigue subiendo. Los dos hostales del pueblo están ocupados por los refugiados con más suerte (ingresos). Otros están en casas de conocidos o en alguno de los siete albergues improvisados: cinco colegios, el coliseo y el polideportivo (la terminal de buses era otro albergue pero ahora está inundada). Otros menos afortunados están a la intemperie, bajo una lona. Además, hay 4.000 vacas encerradas en el estadio del pueblo.
En San Joaquín, la rotura del dique, que ocurrió el jueves, hizo que el agua entre con más fuerza, llegue más lejos y destruya más casas. La Alcaldía estima que hay 2.500 personas damnificadas. Además, en la jornada de ayer se derrumbaron al menos otras 15 casas. Algunos vecinos que empiezan a formar un conteo cifran en 60 las casas caídas.
Según el informe del Servicio de Navegación del Amazonas (Semena), hasta el domingo se esperan 40 centímetros más de agua para estas localidades.
Los soldados del Regimiento de Caballería 2 Mariscal Ballivián trabajan en turnos, día y noche, armando carpas en los albergues, distribuyendo la ayuda que llega, rescatando con los vecinos las pertenencias que se pueden y evacuando a personas de lugares de riesgo. La población prepara comida y ayuda con canoas y esfuerzo.
Política en tiempos del cólera
Las casas de San Joaquín se caen casi con la misma rapidez con la que el vicepresidente Álvaro García Linera repite «donde se caiga una casa, el Estado repondrá una casa”. El dignatario de Estado visitó San Joaquín y San Ramón y, en un recorrido de 30 minutos por cada uno, repitió la frase al menos 11 veces (contadas).
La gente, todavía con el choque de ver su casa en ruinas, aplaudía y agradecía al escucharlo, pero Gloria Égüez, directora de la unidad educativa Napoleón Áñez, de San Ramón, recordó: «Ellos vinieron cuando hacían campaña (para Jessica Jordan) y prometieron casas para todos. La gente gastó plata para sanear y sacar papeles de sus parcelas, pero como el Gobierno no ganó, no trajeron nada”, dijo.
García Linera visitó ambos pueblos con los alcaldes aliados al oficialismo, y durante la hora que tardó, unos 20 evacuados, incluyendo tres ancianas y un enfermo de gravedad que mostraba agudo dolor, esperaron en el helicóptero bajo el intenso calor. A su vez, las autoridades de la Gobernación beniana, que se encontraron en estas ciudades, solo tuvieron palabras de desaliento, dramatismo y enojo por la no declaratoria de desastre por parte del Gobierno. El gobernador y el vicepresidente no sostuvieron reunión, por lo qué seguirá siendo la gente la que siga rescatando sus ciudades y dando el ejemplo
Ante todo, carnaval
Se viene el corso
Para hoy, sábado 8, está programado el Gran Corso Trinitario, desde las 17:00. Pasado el peligro en esta ciudad, se anuncia por la prensa local la restauración de la fecha carnavalera con la reina del Carnaval, Cindy I.
Cada cosa a su tiempo
En la plaza principal de San Joaquín, a menos de 20 metros del agua, se observan manchas de la tintura y en el grifo de la esquina se ven las ligas de los globos. Los vecinos afirman que se turnaban para festejar y trabajar.
Un muerto
La Policía del departamento de Beni reportó un muerto en Carnaval, la cifra más baja de la que se tenga registro. Autoridades locales afirmaron que esto se debió a la solidaridad en la gente que no festejó.
Cifras
2.500
DAMNIFICADOS
Por el desborde y rotura del dique de San Joaquín. Se encuentran en al menos ocho albergues en todo el pueblo.
60.000
Familias damnificadas en el país
Esta es la cifra oficial que no ha sido actualizada en esta semana. Se estima que este fin de semana superará los 65.000.
Fuente: El Deber.