¿Colapsaron las FFAA de Bolivia?

Ismael Schabib Montero*VICEALMIRANTESCHABIB_thumb3No se conciben FFAA donde no haya personal superior (Subteniente hasta General) ni personal subalterno (Sargento Inicial hasta Suboficial Maestre). Todos son imprescindibles. Incluso en los países socialistas donde existe el unipartidismo, con la diferencia que en ellos en los cuarteles y bases hay Comisarios Políticos que controlan a los Comandantes e informan al partido; ese Comisario político puede ser un sub oficial.Cómo se lo dijo en una nota anterior, pertenecer a cualquiera de estos escalafones es de libre elección, nadie obliga a nadie a estudiar para ser Sargento Inicial ni Sub Teniente (Alférez en la Armada). Se trata de cumplir con los requisitos que establecen los prospectos de admisión. Una vez realizado el egreso cada quien tiene un destino militar y se sujeta a un Plan de Carrera. El personal subalterno cuenta con institutos de formación y especialización; estudia por lo menos cinco años en el tiempo. Las FFAA son como una corporación que tiene su propio sistema de salud y educación.Hasta el gobierno del General Luis García Meza, (1980) un Suboficial Mayor percibía sueldo inferior al de un Sub Teniente; a partir de entonces se optó por pagarle en base a los años de servicio. El sueldo de un Sub Oficial Maestre (Grado más alto del personal subalterno en la actualidad) se lo igualó al de un Tte. Coronel.Las FFAA basan su accionar y estructuración en la Constitución Política del Estado. El Artículo 245 dice: “La organización de las Fuerzas Armadas descansa en su jerarquía y disciplina. Es esencialmente obediente, no delibera y está sujeta a las leyes y a los reglamentos militares. Como organismo institucional no realizan acción política…”.El método para destruir a esta institución no es bajándole los sueldos a sus miembros y no equiparlas; al contrario, se puede generar ante la adversidad una mayor cohesión, espíritu de cuerpo e inventiva. Se las destruye socavando la jerarquía y la disciplina porque se vulnera totalmente el principio de autoridad. En mi opinión personal unas FFAA donde no se respeta la jerarquía y no se practica la disciplina, son peligrosas y parasitarias. Puede transformarse en una milicia o en un partido político armado, en una mafia proveedora de armamento a la sociedad civil; este puede caer en manos de la delincuencia nacional e internacional; los accidentes se multiplican; asesinatos… el personal no iría a sus destinos… anarquía total. Además de que deben ser disciplinadas y esencialmente jerárquicas, es importante la meritocracia; se suma lo positivo y lo negativo de cada uno de sus miembros a lo largo de 25 años o más de carrera para aspirar por un buen lugar en la promoción y, entre otras cosas, optar por el Grado Militar de General o Almirante y en el personal subalterno por el de Suboficial Maestre. La meritocracia hace que la profesión sea muy competitiva, pero principalmente es un freno a la indisciplina y la corrupción. Meter la política partidista en ellas es un veneno mortal porque impacta negativamente en la jerarquía y la disciplina; sus miembros se convierten en “compañeros” o en “hermanos”.Los culpables y responsables de esta crisis son el gobierno por socavar esos principios, y las autoridades superiores de la institución por haberlo permitido.El personal de sargentos y suboficiales considerados como la base política del MAS en las FFAA, están sufriendo las consecuencias, aparentemente, producto de un mal cálculo político de ellos. Aparecen dados de baja, más de 700 como víctimas de esta descomposición. La institución militar es otra más de las degradadas por el régimen, al igual que el Poder Judicial; en un país donde las autoridades “le meten nomás y que arreglen los abogados…”.¿Ahora vendrá la re estructuración o cubanización de las FFAA como en Venezuela? Para acabar con esta situación la solución es un cambio de gobierno a partir de enero del 2015 cuando el Presidente Morales haya cumplido, excepcionalmente, 9 años continuos en el poder. Sería muy saludable para el país.*Vicealmirante de la República de Bolivia